Un grupo de investigadores españoles del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO-CSIC), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), en colaboración con el proyecto de investigación sobre ecología de pingüinos antárticos PERPANTAR del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI), ha encontrado el virus de la gripe aviar altamente patogénica en el cadáver de un elefante marino en la Antártida.
Se trata del primer caso confirmado de la infección de la gripe aviar altamente patogénica en mamíferos marinos en la Antártida, lo que indica la expansión de la enfermedad a otros grupos animales con consecuencias desconocidas para la fauna y los ecosistemas antárticos.
Tras la mortandad masiva de diferentes especies animales en el sur de Sudamérica, España ha desplegado un laboratorio de diagnóstico molecular en la Antártida.La primera prueba segura de la expansión del virus en el continente blanco se comunicó el pasado mes de febrero, cuando los científicos españoles Antonio Alcamí y Ángela Vázquez hallaron la infección en muestras de skuas (págalos) recogidas por científicos argentinos en las proximidades de la base antártica Primavera.
En el cadáver de un elefante marino en las Islas Shetland del Sur
El pasado marzo se organizó una expedición a bordo del BIO Hespérides, y el grupo de investigación del CSIC liderado por Antonio Alcamí, con la participación de Ángela Vázquez, y en colaboración con el proyecto PERPANTAR liderado por Virginia Morandini (MNCN-CSIC), recogió muestras con las máximas medidas de protección en diferentes islas del archipiélago de las Islas Shetland del Sur, donde España tiene sus bases antárticas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla, para detectar la posible existencia de la gripe aviar altamente patogénica en otras zonas de la Antártida.
Las muestras obtenidas en esta expedición, tras su inactivación, fueron almacenadas con total seguridad en los congeladores del Hespérides y han sido analizadas en España, donde se ha descubierto la presencia del virus en el cadáver de un elefante marino en la península Coppermine de la Isla Robert.
Los análisis consisten en dos PCRs consecutivas que arrojaron resultados positivos para el virus de la gripe y el subtipo H5. La secuenciación posterior de su material genético ha confirmado la presencia de una secuencia de corte de la proteasa característica del virus de la gripe de alta patogenicidad en las muestras.