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Conocimiento científico al alcance de todos

Ionclinics, la empresa valenciana que quiere exportar al mundo entero las ventajas de la neuromodulación cerebral

Hablamos con Josep Oliver, CEO de la compañía que ultima un dispositivo médico para que los pacientes puedan aplicar estás técnicas -útiles en psiquiatría, neurología, rehabilitación o psicología- en su propio domicilio. La startup es parte de la última edición de Lanzadera.
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Imágenes del dispositivo y el equipamiento desarrollados por Ionclinics.

“Si hace 20 años alguien me hubiera dicho que me iba a dedicar a esto le habría contestado: “Es más fácil que me toque el Euromillones”.” Ha pasado una década desde que Josep Oliver, CEO y cofundador de Ionclinics, saliera de Canal 9 junto a miles de personas afectadas por un ERE tras el cierre de la cadena pública valenciana. Operador de cámara, en lugar de quedarse de brazos cruzados se lanzó a emprender junto a otros dos compañeros. Tocaron distintos palos antes de dar con la tecla, una tecla que han afinado pacientemente. La compañía, pionera en España, desarrolla, fabrica y comercializa dispositivos médicos destinados a una de las áreas médico-científicas de mayor proyección: la neuromodulación cerebral.

Llamada a cambiar el abordaje de numerosas patologías, la neuromodulación cerebral es una técnica “no invasiva ni dolorosa, con alta efectividad y bajas contraindicaciones”, explica Oliver al otro lado del teléfono. El campo de acción es amplio, ya que el mapeo del cerebro permite estimular zonas concretas, influyendo en sintomatologías específicas. De este modo, es posible alterar el potencial de las neuronas para generar nuevas vías de comunicación. “Puede parecer sencillo, pero entraña una extrema complejidad”, añade.

La neuromodulación cerebral acumula apenas dos décadas de investigación, pero protagoniza más de 9.000 artículos científicos publicados, cifra que se incrementa con una media de 10 artículos semanales. “Es un boom espectacular. Ninguna otra técnica genera tanta evidencia científica”. Actualmente, en el mundo tan solo existen 5 dispositivos médicos dirigidos a neuromodulación cerebral certificados.

Amplia aplicación

El abanico de aplicaciones clínicas donde la neuromodulación resulta útil incluye la psiquiatría, la psicología, la neurología, la rehabilitación, y ayuda a los anestesistas en las unidades del dolor además de ser efectiva en patologías asociadas como la depresión, el dolor neuropático, la fibromialgia, la migraña, el ictus o el párkinson, entre otras. “Allá donde exista margen de mejora, incrementamos la calidad de vida del paciente”. Oliver advierte: “Lo que tratamos son los síntomas. Si alguien tiene un problema en la columna, somos capaces de abordar el dolor central, pero, sin una intervención quirúrgica, es posible que el dolor se vuelva crónico”.

Y hay más. “Abrimos la puerta a su uso en un terreno de altísimo potencial del que no se habla mucho: la capacidad de la neuromodulación para prevenir la degeneración cognitiva sin tener que haber mostrado síntomas previos de ningún tipo. “La técnica también es valiosa en la recuperación de la psicomotricidad fina tras un ictus y es capaz de mejorar la concentración de todos nosotros en un 30 %. Al igual que a partir de los 45 años es recomendable practicar ejercicio de fuerza, la neuromodulación ejercita el cerebro para combatir el deterioro cognitivo”.

Varias clínicas privadas están interesadas en poner en marcha unidades de neuromodulación de la mano de Ionclinics y la empresa está llevando a cabo pruebas en los tres principales hospitales públicos de Valencia (La Fe, General y Clínico). “Se han dado cuenta de que no vendemos humo y el feed back es muy bueno, tanto de los facultativos como de sus pacientes, ya que no solo han reducido el dolor, sino que se sienten más animados y duermen mejor”.

Afinar el tiro y llegar a los hogares

Pero volvamos atrás. En 2020, lanzaron un primer dispositivo. “Pronto detectamos que tenía carencias para ser implementado rápido y a gran escala”, recuerda Josep Oliver. Vendieron más de 900 unidades solo en España, y recuperaron parte de la inversión mientras pensaban en cómo evolucionarlo. Avalados y apoyados por CDTI, en 2024, Ionclinics llevará a los hogares una versión ‘home’ con inteligencia artificial del dispositivo. “Para que la neuromodulación sea efectiva, su aplicación debe ser constante. Si no, los efectos no perduran en el tiempo. A nivel hospitalario, esta continuidad no es posible. Con el uso domiciliario rompemos esa barrera de entrada”.

El dispositivo consiste en un pequeño equipo electrónico que genera corriente a través de una serie de electrodos posicionados sobre el córtex cerebral. Dependiendo del protocolo, el estímulo excitará o inhibirá una parte del cerebro. Una inteligencia artificial actualizada constantemente con nuevas evidencias científicas, ayudará al profesional a elegir la mejor opción.

Ionclinics cuenta con un canal específico de formación presencial y online para facultativos. El médico prescribirá el uso del dispositivo al paciente, que lo usará en casa después de una primera sesión de prueba con una enfermera o un técnico, quien le dará todas las indicaciones necesarias. Oliver destaca que el diseño, la fabricación, el ensamblaje, las auditorias o la certificación del dispositivo se llevan a cabo sin salir de la Comunidad Valenciana.

De Valencia al mundo

Ionclinics empezó su andadura comercial en España, aunque su vocación es llegar mucho más lejos, al mundo entero. “Certificar un producto para un solo mercado es una ruina. No solo por el coste del diseño, sino por lo caros que son todos los procesos hasta conseguir la certificación sanitaria”.

Josep Oliver recomienda que toda startup del campo médico debería asesorarse a fondo acerca de si el dispositivo que proyecta es certificable o no. “Diría que el 80 % de los actuales dispositivos en desarrollo no han tenido en cuenta la certificación”, un gigante que irá a visitarles con el producto ya diseñado.

El CEO de Ionclinics lamenta que, en España, como en la UE, no existan mecanismos desde la administración para que los proyectos subvencionados con dinero público sean probados por el propio sistema con cierta celeridad y como primer beneficiario. “Por contra, nos toca esperar meses y meses entre plazos y exceso de burocracia”.

Lanzadera

La empresa es una de elegidas en la última selección de startups de Lanzadera, la aceleradora de Juan Roig. “Ya notamos los efectos de ser parte del programa. Desde la sesión de presentación supe que de nuestra estancia aquí iba a extraer muchas más cosas de las que pensaba. Opino que, sobre todo, nos ayudarán en temas de gestión. No somos unos recién llegados y aún así nos faltan herramientas de organización, entre otras”.

Josep Oliver en la sede de Lanzadera.

Josep Oliver espera que los próximos meses sean por fin fructíferos. “El salto masivo lo daremos cuando entremos en el entorno asegurador: mutuas, coberturas de accidentes… En Estados Unidos, la neuromodulación ya es parte de muchas coberturas. En España aún no, pero llegará. Estas agrupaciones son un mercado muy interesante para nosotros”.

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