El coronavirus SARS-CoV-2 se infiltra principalmente a través de las mucosas nasales u orales, en comparación con la baja penetración a través de la piel. Una evidencia que ha llevado al Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC-CSIC) a embarcarse en un proyecto que pretende desarrollar aerosoles que emulen en su composición química y estructural los lípidos de la piel. La formación de estructuras lipídicas en las mucosas podría limitar la penetración del virus.
Desde el IQAC-CSIC explican que esta innovación no proporcionaría una protección completa, “pero la disminución de la permeabilidad podría evitar parcialmente la penetración del virus a nivel sistémico y así proteger a las personas en general y, en particular, al personal sanitario”.
Desarrollo de la investigación
Tras optimizar las metodologías más adecuadas para evaluar la permeabilidad de las mucosas, los siguientes pasos del equipo dirigido por la investigadora del IQAC-CSIC Maria Luisa Coderch Negra se dirigirán a la aplicación de distintos aerosoles basados en compuestos similares a los de la piel sobre mucosas bocales y nasales. En un primer momento, tratarán de medir su efecto impermeabilizante frente al agua.
Posteriormente, los investigadores analizarán la capacidad de penetración de un modelo de virus similar al coronavirus a través de las mucosas ya protegidas con el nuevo aerosol. “El impacto potencial sería enorme si toda la población pudiera protegerse a través de la mucosa nasal del SARS-CoV-2, incluso aunque fuera parcialmente. Hoy en día, la única protección contra la infección de la Covid-19 se basa en el uso de máscaras. No sabemos en qué medida podría reducirse la permeabilidad, pero siempre proporcionaría protección adicional a la mascarilla”, explica Coderch.
Los beneficios de multiplicar la protección
Las barreras que cubren la boca, faringe, bronquios, pulmones y sistema digestivo son muy permeables a las infecciones. Por el contrario, las veinte subcapas que conforman el estrato córneo de la piel -la capa más externa de la epidermis- son una barrera protectora casi infranqueable, que sólo se abre en caso de heridas, quemaduras o enfermedades cutáneas.
“Las mucosas están abiertas al mundo exterior. Es por ello que disponen de mecanismos de defensa frente a los microbios, como las enzimas o la saliva. También los cilios de los bronquios, que son como pequeños pelos diminutos capaces de filtrar el aire que respiramos. Pero estos mecanismos son insuficientes frente a un virus como el SARS-CoV-2”, concluye la investigadora del IQAC-CSIC.