Irisbond y el Imsero (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) han llegado a un acuerdo de colaboración por el que la compañía tecnológica proporcionará sus sistemas informáticos (que permiten controlar un ordenador con el movimiento de los ojos) para facilitar sin coste alguno la comunicación a personas sin movilidad afectadas por grandes discapacidades, como ELA, ictus, parálisis y daños cerebrales o esclerosis múltiple.
El producto de Irisbond se divide en un software libre y un dispositivo hardware que se conecta al ordenador y a la videocámara para que, mediante unos algoritmos, se puedan recoger los movimientos oculares y mover el cursor en la pantalla. Por ejemplo, ayuda a que “a través de la mirada de esas personas se puedan mandar emails”, apunta Eduardo Jáuregui, fundador y consejero delegado de la compañía. “El año pasado tuvimos una experiencia con una niña que no se podía comunicar con nadie, y a la que no le auguraban ningún futuro, hasta que utilizó este tipo de dispositivo gracias al tesón de su pedagoga, que descubrió que con su mirada podía comunicarse”, explica. Por esta experiencia, Jáuregui afirma que tenían “la obligación de trasladarlo a otras personas. Hoy trabajamos con esa familia para que, basados en su experiencia, podamos mejorar nuestro software y llevar esta tecnología a un mayor número de personas”.
“Es un ejemplo claro de tecnología para mejorar la autonomía personal y la calidad de vida de las personas y de sus familias”, asegura César Antón, director general del Imserso, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Cinco centros ya se han beneficiado del producto de Irisbond, y todos ellos colaborarán para mejorar el software y adaptarlo a otras patologías.
Por otro lado, Jáuregui cre que “todo esto solo tiene sentido si potenciamos la colaboración público-privada. La solución es que impacte en la sociedad y mejore la calidad de vida de las personas dependientes, y eso tiene que ser con la unión de todos”. Adelanta que, “tras dos años muy intensos, no podemos quedarnos aquí”, por lo que ya están trabajando para llevar ese software a smartphones y tablets y diversificar así su mercado y expandirlo a personas sin discapacidad. “El futuro es una combinación de diferentes factores, no solo de la mirada; por ejemplo, mientras que un cirujano está operando, puede utilizar mediante la voz y la mirada una tablet para ver el historial del paciente”. En el futuro pueden suceder muchas cosas, o no, lo que es seguro es que actualmente hay más de 500 personas alrededor del mundo que utilizan el dispositivo de Irisbond y que, con este acuerdo, doblarán esas cifras.