SANTANDER. Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional en funciones, ha expuesto en el congreso sobre sociedades digitales de Ametic y Banco Santander varias de sus propuestas para impulsar la educación en el actual mundo digital. La preferencia: su Estrategia en Digitalización y Formación Profesional, un plan para que el mundo empresarial cuente con los perfiles tecnológicos que les faltan.
“La digitalización es una política transversal para este gobierno. Con el desarrollo de la inteligencia artificial y la nueva revolución industrial ha dado paso a un cambio disruptivo en nuestra sociedad. Estamos a un paso de cambiar nuestra forma de trabajar, de pensar, de consumir, de relacionarnos. Cambia el qué, el cómo, el quiénes somos o cómo vemos el mundo. Factores como el Internet de las Cosas, la robótica, vehículos inteligentes, impresión 3D, biotecnología, almacenamiento de energía o 5G, entre otros, dejará obsoleta esa cita atribuida a Picasso: ‘los ordenadores son inútiles porque solo nos pueden dar respuestas’”, ha declarado Celaá.
Para la ministra, la nueva sociedad digital exige más educación, más empoderamiento y una tarea colectiva: “la fuente de la riqueza ya no es solo la manufactura, sino el conocimiento. Un conocimiento impulsado por el desarrollo tecnológico que diluye las fronteras entre lo físico y lo digital”. Además, según ella, “la economía digital implica educación digital. Tenemos que tener un capital humano formado no solo para aguantar los cambios que vienen, sino también para producirlos. ¿Para qué sociedad vamos a educar?, se ha preguntado Celaá.
“Ante esta situación –ha continuado–, los educadores tenemos que pasar de un punto cortoplacista a una educación perdurable. La clave es universalizar la capacidad de aprender a aprender como nueva garantía cultural para que todos nuestros jóvenes retomen el aprendizaje a lo largo de la vida. Que quieran y puedan seguir aprendiendo, que les resulte positivo, que aprendan lo justo, lo bello, lo sostenible. Han de experimentar la realidad y entenderla en una sociedad digital que es más poliédrica, más compleja”.
Para Celaá, es necesario configurar un nuevo modelo de aprendizaje y enseñanza que proporcione competencias básicas para el desarrollo personal, que incentive la creatividad, que genere conciencia crítica: “un modelo incluyente que sea equitativo, sin que nadie se quede atrás; no solo por lo moral, sino porque que necesitamos el talento de todos para progresar. Tenemos que emprender acciones necesarias que afecten a todas las etapas de la enseñanza”, ha reincidido.
Para ello, desde el ministerio de Educación y Formación Profesional han presentado la Estrategia en Digitalización y Formación Profesional, un plan basado en cuatro pilares: conectividad de los centros –“ya no habrá centros educativos sin conexión”, ha apuntado Celaá–; cambios en los currículums, para no sean “enciclopédicos” y sí más simples para que se puedan incluir otras competencias; una mayor formación STEM –“vamos a impulsar que las niñas y las mujeres se acerquen a estas materias”, ha asegurado– y la creación de un marco estatal encuadrado con el europeo.
Asimismo, la ministra Celaá ha subrayado “la importancia de este plan de digitalización con la formación profesional. Incluiremos formación en diferentes tecnologías (cloud computing, IA, drones, 5G, machine learning, diseño de videojuegos…), no menos de quince ofertas. Además, vamos a impulsar una FP flexible, ágil, abierta a una sociedad en cambio permanente”.
Un buen ejemplo de este compromiso es la reciente firma con patronales del sector digital donde se ha abierto la posibilidad de que las empresas colaboren en la puesta al día de los contenidos de la formación profesional. “La FP tiene una muy buena inserción laboral, hay que prestigiarla más. Garantizamos la configuración de nuevos perfiles de competencias y la aprobación de nuevos programas formativos en cuestión de meses”.
Por último, Celaá ha terminado su intervención declarando que necesitan al profesorado “porque es clave en el proceso educativo. Nos gustaría tener a los mejores profesores, pero es una inquietud que no es posible desarrollar. Concluyo diciendo que esta estrategia de Ametic, este encuentro propuesto, es una excelente oportunidad para hablar de estas cosas. La revolución digital no será posible sin educación digital. Tenemos un colosal desafío que tenemos que abordar con confianza. Es responsabilidad de todos”.