Desde el 31 de mayo y hasta hoy, la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea ha celebrado La Semana Verde Europea 2021 bajo el lema “Contaminación Cero”. Mañana, 5 de junio, es el Día Mundial del Medioambiente. La confluencia de ambas citas ha llevado a FYCMA (Palacio de Ferias y Congresos de Málaga), con el apoyo de la Fundación Finnova, a organizar el webinar “S-MOVING Zero Emissions Smart and Sustainable Mobility Alliance”. El encuentro, que ha tenido por objeto abordar la movilidad sostenible en los núcleos urbanos, ha contado con la participación de Isabel García, eurodiputada, Ingeniera de Telecomunicaciones por la Universidad de Zaragoza e integrante de la Comisión de Transporte y Turismo en Bruselas.
“La UE está comprometida con una Europa más verde, sostenible y, al tiempo, más social y justa. El cambio climático y sus consecuencias se han intensificado en los últimos años. Su impacto es cada vez mayor en nuestras vidas; en la biodiversidad o en los sistemas sanitarios y de alimentación”, explicaba Isabel García en el arranque de su intervención.
La firmeza europea y la vuelta de EEUU
La eurodiputada se ha mostrado rotunda. “En las instituciones europeas lo tenemos claro: hay que actuar ya. Por ello nació el nuevo Green Deal, la hoja de ruta para hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro en 2050”. García lamentaba que en el periodo COVID-19 hayan aflorado los escépticos con este plan y su continuidad. Lo más críticos han aprovechado para ponerlo en cuestión. “Por si a alguien le quedaba alguna duda, el Green Deal está más vivo que nunca”, señalaba en alusión a la firme posición mantenida por el Parlamento Europeo, que ha ratificado que la recuperación debe ser verde, digital, justa e inclusiva.
“La sostenibilidad de la que habla el Green Deal no está reñida con la competitividad, sino al contrario”. Isabel García no ha ocultado el alivio que supone la llegada a la presidencia estadounidense de Joe Biden tras una legislatura en la que Donald Trump alimentó a los negacionistas con discursos, pero también mediante decisiones concretas que la nueva administración demócrata ha empezó a revertir, en primer lugar, con el regreso a los Acuerdos de París. “Estados Unidos es un aliado clave. Sin ellos hablaríamos de una transición más costosa y difícil”.
En Europa, García recordaba que el mejor ejemplo de esta apuesta queda patente en los requisitos de acceso a los planes e instrumentos de recuperación. La lucha contra el cambio climático ya supone un 30 % de los presupuestos de Bruselas, una dinámica que tienen que seguir los Estados Miembros en sus planes locales de recuperación, donde la sostenibilidad debe ser la gran protagonista de los proyectos emprendidos.
La nueva movilidad
Respecto al leitmotiv del encuentro organizado por FYCMA y Fundación Finnova, la eurodiputada indicaba que en el viaje hacia una movilidad sostenible, inteligente y resiliente, la UE pretende reducir un 90 % las emisiones del transporte en 2050. La “Estrategia de movilidad sostenible e inteligente de la Unión Europea” presentada en diciembre de 2020, incluye un plan con 82 medidas y distintos hitos a cumplir en 2030, 2035 y 2050. “En mi grupo estamos matizando algunos aspectos, pero guiará nuestro trabajo en los próximos años. Queremos que la Comisión Europea tenga en cuenta nuestro punto de vista y nuestras preocupaciones antes de lanzar medidas legislativas concretas”.
La estrategia europea contempla, por ejemplo, que en 2030 circulen por las carreteras de la Unión 30 millones de vehículos cero emisiones y que 100 ciudades sean climáticamente neutras. Isabel García aseguraba que todos los medios de transporte actuales han de ser más sostenibles y contar con alternativas ecológicas disponibles. “Promovemos que todo tipo de vehículos, incluyendo buques y aviones, sean finalmente cero emisiones. De manera adicional, es necesaria una movilidad urbana e interurbana más limpia, multiplicar las infraestructuras para bicicletas y duplicar el uso del ferrocarril”. La responsable pública ha puesto el acento en la innovación y la digitalización como agentes tractores para lograr, entre otras cosas, que la movilidad multimodal sea una realidad.
El transporte contribuye al 5 % del PIB europeo y emplea a 10 millones de personas. “El tiempo apremia, pero tenemos una oportunidad histórica para que el sector sea más competitivo”. Especialmente afectado por la pandemia, Isabel García llamaba a reforzar el mercado único, favorecer las inversiones públicas y privadas que modernicen las flotas y acelerar así la recuperación. “Es importante mejorar las redes de transporte, implantar más puntos de recarga eléctrica, usar combustibles alternativos o -insistía- promover la multimodalidad”. Las propuestas de la eurodiputada y su grupo son bien acogidas por el Parlamento Europeo. “Reivindicamos una movilidad verde y ecológica que no deje a nadie atrás”.
España, el turismo y la perspectiva rural
En otros lugares, la movilidad y el transporte no son tan estratégicos como en España, un país periférico donde pesan mucho el turismo y la industria del automóvil. “Acompañaremos a empresas y trabajadores para que los desafíos se conviertan en oportunidades. Por ello abogamos por contar con un presupuesto específico para formación, en línea con las nuevas capacidades requeridas. Es momento de hacer más atractivo el sector a los jóvenes y las mujeres, poco representadas históricamente”.
Isabel García ha defendido incluir la perspectiva rural en el diseño de la nueva movilidad. “Va más allá de las grandes urbes, y hay que dotar de infraestructuras y servicios a zonas menos pobladas. Áreas donde el transporte público es inexistente o su frecuencia muy escasa. La digitalización hace posibles soluciones flexibles y económicas. Hablo de coches eléctricos y taxis compartidos, bicicletas a disposición de los ciudadanos o servicios de autobuses bajo demanda… Tampoco olvidemos que la movilidad está íntimamente relacionada con el turismo. Una movilidad más sostenible e inteligente derivará en un turismo más respetuoso con el medio ambiente y los entornos locales. Las áreas rurales también se verán favorecidas”, concluía la eurodiputada.