La escuela de programación Skylab e ISDI unen sus caminos para “cerrar el círculo y poder ofrecer la oferta de formación más completa para esta era digital”. Las palabras de Nacho de Pinedo, CEO de ISDI y Digital Talent Group, corroboran el objetivo de convertir a este en el mayor grupo mundial de educación y transformación en el entorno digital.
Para David Monreal, el fundador de Skylab Coders Academy, unirse con ISDI “tenía mucho sentido y genera muchas oportunidades”. Una de ellas es la de expandir el modelo educativo de Skylab, enfocado en la formación en Programación Web. Esta escuela, fundada en 2016, es conocida por aplicar una metodología de Coding Bootcamp en la que es referente mundial.
“Trabajar juntos nos permitirá hacer llegar nuestro modelo educativo a lugares donde Skylab no tenía presencia física, desplegar nuevas líneas de negocio uniendo las experiencias de ambas escuelas, y crear nuevas vías de empleabilidad para todos nuestros estudiantes. Y por supuesto ambos aprenderemos de las metodologías del otro”, explica Monreal.
La armonía con ISDI y Digital Talent es completa. “Los programas combinados de Skylab junto a los de ISDI cubren tanto el área de Coding (la programación) como el Digital Business (la gestión y el management del negocio)”, refrenda De Pinedo.
Sin ir más lejos, los primeros pasos ya están en marcha. “Tras la fusión hemos abierto programas en Madrid y en París, y próximamente lanzaremos en otros países en los que el grupo tiene implantación”, prosigue el CEO de ISDI y Digital Talent Group. Este grupo es fruto de ISDI y Magnum Capital Partners.
A ello se suma el desarrollo de una oferta online y blended (híbrida) para aquellos estudiantes que no puedan moverse a alguno de sus campus. La formación dentro de la propia empresa también se reforzará a través de la división de formación a empresas de ISDI.
Potenciar la empleabilidad de la mano de Skylab
Skylab es reconocida por la alta empleabilidad de sus alumnos y tiene la calidad como seña de identidad. Son sus estándares de calidad los que consiguen, en un periodo estimado de once semanas, que los alumnos se conviertan en programadores avalados por la industria tecnológica. Dicha empleabilidad ronda el 96%, con franjas salariales superiores a las de otros recorridos formativos similares.
“Esto es especialmente clave”, subraya De Pinedo. “Así completamos nuestra bolsa de empleo a empresas con los mejores programadores del mundo”.
Los cursos de esta escuela forman a los alumnos de manera inmersiva y práctica en ingeniería de software o testing. También en el manejo de las herramientas tecnológicas más usadas por las empresas y en las metodologías de trabajo más eficientes (Github, testing, agile, Craftsmanship, DRY y SOLID). Así como en el uso de herramientas como AngularJS, React or NodeJS. A lo largo de todo el programa los alumnos de Skylab aprenden fundamentos de programación (estructuras de datos y depuración de código), programación Front End (HTML, CSS, SASS, Javascript), programación Back End (REST API en NodeJS, ExpressJS y MongoDB). Al final desarrollan un proyecto web completo Full Stack, testeado y desplegado en un entorno cloud real. En definitiva, profundizan en todas las herramientas, tecnologías y metodologías necesarias para comenzar su carrera como programadores informáticos inmediatamente después de acabar el curso.
En septiembre de 2020 Skylab recibió el reconocimiento como el mejor ‘Coding Bootcamp’ del mundo, otorgado por Switch Up, el sello de calidad más importante del sector. Switch Up es un ranking internacional que revisa más de 500 escuelas de programación analizando más de 20.000 reseñas y testimonios de alumnos. “Este galardón es la confirmación internacional de la calidad de la formación de Skylab Coders Academy”, afirman desde ISDI y Digital Talent.
Se necesitan programadores
Todo ello ocurre en un contexto en el que la programación de software es una de las profesiones con mayor demanda. Se calcula que en 2021 Europa necesitará incorporar 1.500.000 desarrolladores si quiere ser competitiva, explican. Multinacionales y startups tecnológicas demandan urgentemente estos perfiles.
“Esta ampliación de valor no sólo es relevante para nuestros estudiantes sino especialmente para nuestra oferta de formación in-company, ya que así podemos proporcionarles un portfolio de propuestas mucho más completo”, zanja De Pinedo.