Tras el cierre de la planta de cemento de Cemex –suspendida por sus altos índices de contaminación–, tanto el Govern de las Islas Baleares como el Ministerio de Industria han decidido reindustrializar la zona de Lloseta (Mallorca) con una iniciativa público-privada que, a través de proyectos innovadores y pioneros, permita impulsar las energías renovables, mejorar el tejido industrial balear e incorporar más trabajadores que antes del cierre, entre otros.
En total, serán ocho los proyectos industriales que se desarrollen en los próximos meses en Lloseta –seis con Cemex y dos con Acciona, Enagás y Cemex–. Con una inversión de más de 41 millones de euros, estos acuerdos permitirán también la creación de “más de 50 puestos de trabajo directos y 40 de indirectos, además de la contratación de otros 70 trabajadores para la construcción de las instalaciones necesarias”, indican desde el Govern.
Francina Armengol, la presidenta del Gobiernos de las Islas Baleares, ha agradecido la implicación y el compromiso de todos los socios “para sacar adelante unos proyectos que permitirán aprovechar las infraestructuras existentes de Cemex para desarrollar seis iniciativas empresariales”. En este sentido, ha explicado que estos compromisos también posibilitarán, “gracias al importante esfuerzo inversor de Acciona y Enagás y a la cesión de terrenos por parte de Cemex, la creación de una innovadora Planta de Hidrógeno Renovable y de un parque fotovoltaico que la alimentará”.
El proyecto de Hidrógeno Renovable de Acciona y Enagás –y con terrenos cedidos por Cemex– es, al fin y al cabo, el verdadero protagonista de esta reindustrialización por su carácter descarbonizador. Junto con la planta fotovoltaica –ambas actúan bajo el nombre ‘Power to Green Hydrogen-Mallorca’–, desarrollarán un renovable conocido como “combustible verde”, que servirá para abastecer a una amplia flota de autobuses de transporte público, con los beneficios medioambientales y sociales que esto implica.
Cabe destacar que esta iniciativa está en línea con los objetivos de descarbonización fijados por la Comisión Europea y con el horizonte fijado por el Proyecto de Ley de las Islas Baleares: 35% de renovables, 23% de reducción del consumo energético y disminución del 40% de las emisiones contaminantes a 2030.
Por otra parte, Cemex ha planteado una serie de iniciativas que permitirán un nuevo enfoque a la actividad industrial de la zona, menos contaminante y más sostenible que la planta de cemento que operaba hasta ahora en Lloseta. Según la compañía, se creará una planta móvil de tratamiento de áridos, una planta de fabricación de asfaltos –impulsada por una empresa independiente–, una planta de logística y, de momento, un centro tecnológico de I+D vinculado a los otros proyectos que esta empresa desarrollará en las Islas. Asimismo, y según se desprende de los acuerdos firmados con el Gobierno balear, parte de la plantilla de Cemex “creará una cooperativa dedicada al transporte de materiales”.