En los procesos de colaboración de un equipo se adquieren roles específicos que tienen su reflejo en la Naturaleza. Una persona puede ser un tigre, un elefante o un lobo. Y lo ideal, como reconoce a Innovaspain Jara Pascual, CEO de Collabwith, sería “tener los superpoderes de los animales” que se necesitan “en cada momento”.
Para tratar de entender e interiorizar cómo adquirir esas cualidades en un proceso colaborativo, el ecosistema Más Empresa de Ibercaja ha creado un itinerario formativo que impartirá Pascual. ‘La selva de la colaboración’, dirigida a empresas, emprendedores y equipos de innovación, es la aplicación práctica de las ideas de la escritora del bestseller ‘Innovación y colaboración en la era digital’.
Cada sesión hará referencia a un capítulo del libro. Como la colaboración entendida de forma transversal. “Cómo sirve para potenciar la innovación, cómo hacerla con competidores…”, ejemplifica la autora.
En definitiva, la obra alude a ideas que quedarán patentes en la propia formación del ecosistema Más Empresa. Hoy “el liderazgo para la innovación es un liderazgo transformador”. Trasciende el significado tradicional. “Es el que une a las personas, rompe muros y se hace responsable de que el impacto de las nuevas ideas llegue al mercado en positivo”, describe. Así, “de una manera holística”, da valor a la industria, al planeta y a las personas.
Un libro “de referencia en investigación de la innovación”, asegura impresionada. La que reconoce fue una “apuesta arriesgada”, al estar enfocada en una dirección diferente a “lo que se tiende a vender como innovación”, ha revolucionado el panorama. Parece ser que ha ayudado a cambiar programas de innovación y emprendimiento en universidades. Que, además, hay proyectos que lo utilizan para sus entregas; o se recomienda en journals de innovación. “¡Hasta sé que hay políticos que lo han releído!”, exclama.
También hace falta más inteligencia emocional
Es la tercera arista del triángulo perfecto: la inteligencia emocional. A pesar de que colaboración, innovación y esta última “siempre han estado ahí”, Pascual lamenta que no se les haya dado “la visibilidad suficiente”. Esto ha derivado, reflexiona, en una manera más competitiva de innovar, con “modalidades más agresivas tanto dentro como fuera de las empresas”.
Los “súper innovadores”, como califica a esos nuevos perfiles, ya no buscan las típicas ‘fiestas de braimstormings’ sino medir el impacto de las ideas. “Hacen falta más lideres valientes, responsables, honestos, transformadores y con altos niveles de inteligencia emocional”, sentencia Pascual. En dicha transición hacia un “liderazgo en positivo”, valores como la colaboración, la comunicación o la honestidad, y habilidades como la inteligencia emocional, pasan a ser la nueva referencia.
Como recuerda, “las herramientas de la inteligencia emocional empiezan en uno mismo, y de ahí ayudan a gestionar las emociones y el rendimiento del equipo y de la empresa”. Tanto es así que durante ‘La Selva de la Colaboración’, la CEO de Collabwith ofrecerá el ‘Cuadro de la Inteligencia Emocional’ a los inscritos. Lo califica como una “hoja de ruta” para aplicar esta habilidad con un equipo. En cualquier ámbito: “en las reuniones, ante un conflicto, en las revisiones de rendimiento, en la mejora continua...”.
Ya lo dijo la profesora Amy Edmondson, a la que cita: “Queremos trabajar juntos para hacer el producto y el servicio mejor”. De ahí que todos sean responsables de materializar el resultado y que este “tenga un impacto positivo de 360 grados”.
Cualquier equipo, insiste, necesita de la presencia del líder. Si este tiene una mentalidad “innovadora, colaborativa, entonces el equipo y la empresa también lo tendrán”. Así se acabará con el liderazgo reactivo, el que concluye “no se valora lo suficiente por ser intangible”.