SEVILLA- Vueling mantiene vivo el pulso innovador, una vocación con la que echó a andar hace 20 años. Javier Álvarez, Director IT de la compañía, llegó a Vueling en 2009 y ha vivido en primera línea cómo la aerolínea siempre ha apostado por diferenciarse de sus competidores a través de la incorporación de innovaciones en todos los puntos del proceso; desde que un cliente se inspira y compra un billete, hasta el momento del vuelo en sus aviones.
Conversamos con Álvarez durante la celebración de la V edición del TIS – Tourism Innovation Summit, que hoy concluye en Sevilla. El experto recuerda el ‘desfile’ de novedades tecnológicas en las que Vueling ha sido pionera. “Fuimos los primeros del mundo en llevar la tarjeta de embarque a los relojes inteligentes y nos anticipamos en Europa a los pagos mediante dispositivos móviles. Son solo un par de ejemplos, pero nuestro espíritu innovador no ha cambiado en este tiempo, lo ha hecho la tecnología; la inteligencia artificial y otras muchas, por aquel entonces poco maduras, pero ahora disponibles para hacernos mejores en muchos sentidos”.
Con la innovación “en el ADN” de Vueling, Javier Álvarez admite que es más sencillo desempeñar su trabajo. “Desde el presidente al comité de dirección nos invitan a experimentar. Podemos dar forma a ‘locuras’ siempre y cuando tengan sentido y mejoren la operativa o la experiencia de cliente. Nunca he detectado resistencia al cambio. Nos gusta probar cosas, ser los primeros y sorprender aliándonos con la tecnología”.
Nuevos tiempos
Desde la recuperación postpandémica, el turismo vive un boom sin precedentes. Esta avalancha de viajeros acarrea buenas noticias en el terreno financiero, pero implica desafíos inéditos para un sector que maneja un delicado equilibrio: mantener alta la demanda sin olvidar la sostenibilidad en todas sus vertientes. Vueling cuenta con un equipo de analítica de datos muy orientado en la generación de modelos de optimización y prevención que impulsan la eficiencia.
Álvarez explica que, en estos procesos, ahora hay que considerar elementos nuevos, como que el turismo ya no está tan pegado a la estacionalidad, así como múltiples variables internas (comportamiento previo de los clientes, flota, tripulación, rutas) y externas (meteorología, incidencias). Un algoritmo optimiza la red a 24-18 meses vista. A partir de ahí, se llevan a cabo ajustes puntuales.
Con todos los ingredientes en la cazuela, la tecnología consigue que la operativa sea más robusta y sostenible y reduce los dolores de cabeza tanto para la empresa -“optimizamos los vuelos en ocupación y uso de combustible”- como para el cliente, cuya experiencia es cada vez mejor. “No es casual que hayamos conseguido unos índices de puntualidad tan altos. La imagen general de la compañía sale beneficiada”. A los datos y los modelos se suma la inteligencia artificial. “Una IA más tradicional, no generativa, sino orientada al machine learning y a modelos que auto-aprenden”.
La pandemia y el futuro
Con la irrupción de la pandemia, las responsabilidades de Javier Álvarez y su equipo ganaron aún más altura. “Como en todas las empresas del sector turístico, vivimos momentos muy complicados, pero también ganamos agilidad”, detalla. No quedaba otra. “Hubo que cancelar miles de vuelos y posibilitar que cientos de miles de clientes autogestionaran cancelaciones o aplazamientos de sus viajes. Desarrollamos la tecnología necesaria de un día para otro”. Sucesivamente, surgieron distintos desafíos. “Aprovecharnos para acelerar transformaciones previstas más a largo plazo, y las completamos en menos de dos años. La tecnología va muy rápido. No podemos permitirnos el lujo de quedarnos obsoletos”.
¿Y lo próximo? El Director IT de Vueling opina que atravesamos un momento “muy interesante” gracias a distintas tecnologías en un punto de maduración óptimo. “Ocurrió con la IA. Llegó casi sin avisar, y ahora está en todos los procesos. Ahora esperamos con ganas a la computación cuántica y espacial o que den un paso adelante la realidad aumentada y la realidad virtual. También permanecemos atentos a los avances en robótica e IoT”.
Cuántica y Open Innovation
En definitiva, en Vueling están dispuestos a experimentar con todo lo que pueda poner su granito de arena en el negocio o la experiencia. Respecto a la computación cuántica, Álvarez considera que contribuirá a un uso de la IA más eficiente. “Los modelos predictivos que utilizamos en la actualidad trabajan con una ingente cantidad de datos. Son lentos, y la cuántica agilizaría su ejecución y nos daría pie a lanzar otros modelos en paralelo. Paulatinamente, hemos descubierto que la cuántica también ayudaría a ejecutar determinadas funciones estadísticas, imposibles para la computación tradicional. La consecuencia serían modelos más precisos. Aún queda mucho por hacer en infraestructuras cuánticas, pero cuando eclosionen estaremos ahí”.
Javier Álvarez afirma que jugar esta partida en solitario es imposible. Vueling trabaja la innovación desde tres puntos de vista: generando espacios de innovación dentro de casa para dar salida a las ideas de los propios trabajadores; mediante la activación de prototipos y pruebas de concepto y, en tercer lugar, con una política activa de innovación abierta. “Colaboramos con centros tecnológicos (ITA en Aragón, BSC-CSIC), startups o universidades (UPC). “El abanico de tecnologías es tan grande y dinámico que es imposible reunir todo e expertise en la empresa. Preferimos apoyarnos en los mejores expertos en aquello a lo que no llegamos”.