Javier de Echevarría, Chief Innovation Officer de Synlab International

Javier de Echevarría, Chief Innovation Officer de Synlab International

Licenciado en Administración de Empresas y Senior Management Program por el IE Business School, Javier de Echevarría inició su carrera en AB Asesores (ahora Morgan Stanley) y posteriormente en el Grupo Netjuice, incubadora de negocios en internet donde descubrió su pasión por la innovación. Tras un breve paso por consultoría estratégica (Gap Management Consulting), fundó en 2004 Labec Pharma, que en 2011 se integró en Labco Quality Diagnostics. Desde entonces ha ocupado cargos de responsabilidad en las áreas de innovación, ventas y marketing, y a partir de 2015, con la fusión entre Labco y Synlab, ocupa la dirección de innovación del grupo.

1. A lo largo de su trayectoria profesional, ¿qué decisión ha tomado que haya tenido como consecuencia un mayor grado de innovación?

Sin duda, fundar Labec Pharma, mi primera compañía en el sector de la salud. Fundar esta compañía me permitió entender este sector tan complejo y el abismo existente entre el grado de innovación en el sector en EE.UU. frente a Europa. Enseguida entendí que había una oportunidad clara de innovar en el mundo del diagnóstico, pero que para hacerlo con éxito había que dar respuesta a necesidades claras de médicos y pacientes.

Esta experiencia nos ha permitido después a mi equipo en Labco (hoy SYNLAB) y a mí innovar continuamente, poniendo en el mercado tecnologías de diagnóstico que en muchos casos han marcado la pauta a seguir en Europa. Cabe destacar la introducción en 2011 del primer test prenatal no-invasivo en España, o el lanzamiento en 2017 de un nuevo test, BRCA+16, para determinar el riesgo de cáncer ginecológico heredo-familiar. Por último, no puedo dejar de destacar como primordial el haber tenido la fortuna de rodearme del mejor equipo. Ellos han sido clave en todo el proceso, y sin ellos no hubiéramos conseguido innovar.

2. ¿Cuáles son las claves para culminar con éxito un proceso innovador?

El proceso innovador es complejo y continuo, pero muy particular a cada uno y a la industria en la que nos encontremos. Para mí, personalmente, es clave plantearse continuamente cómo ser disruptivo y la manera de alcanzar esa disrupción. Para ello es muy importante no ponerse límites a priori y saber rodearse de talento desde el primer momento. Un equipo lo más diverso posible, con un liderazgo bien definido, son clave en el proceso innovador. También considero importante trabajar bien en la identificación del problema, entender qué necesidad se quiere resolver, para a partir de ahí dibujar bien el camino hacia esa respuesta.

3. Tres consejos para quienes estén dispuestos  a abordar cambios, acciones o procesos innovadores en su empresa o entorno.

El primer consejo sería no tener miedo a innovar. Salir de tu zona de confort, tanto en un ámbito personal como profesional, siempre da vértigo, pero es la única manera de innovar.

Mi segundo consejo es no parar nunca de innovar. Una vez iniciado el proceso, la innovación tiene que ser continua, o sucumbiremos a ella. Hay que preguntarse a uno mismo todos los días hacia dónde queremos ir y qué queremos conseguir; pero, sobre todo, cómo podemos mejorar el proceso en el que estamos inmersos.

La tercera clave para mí es el ‘momentum’. Hay que saber cuándo estamos preparados, nosotros y nuestro entorno, para innovar, y en ese instante ir adelante sin mirar atrás.

4. ¿Cuál es, a su juicio, la mayor innovación que ha tenido lugar en los últimos 50 años en todos los ámbitos?

Obviamente, son muchas las innovaciones que me vienen a la cabeza, como Internet, los smartphones y otros muchos casos, pero quisiera destacar la secuenciación de ADN de nueva generación (NGS por sus siglas en inglés). La NGS está permitiendo un avance en medicina espectacular y enfrentarnos a enfermedades como el cáncer, las enfermedades neurodegenerativas y enfermedades raras como nunca antes habíamos hecho. Ya es una realidad poder secuenciar nuestro genoma con un coste muy razonable y entender el papel de nuestra genética en el riesgo de desarrollar determinadas enfermedades. Creo que la NGS ha permitido iniciar un viaje imparable de desarrollo de la medicina que va a tener un impacto en nuestra salud y la de las futuras generaciones incomparable.

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