La empresa JellyFarmer nació de la mano de Héctor Morán, que se dedica al estudio y a la producción de organismos marinos gracias a su vocación desde pequeño. El proyecto, financiado por el Ayuntamiento de Gijón, está dedicado a la cría de organismos marinos en cautividad con el principal objetivo de asesorar y aportar soluciones funcionales para acuarios marinos. Actualmente, se dedican a la acuicultura poco convencional trabajando siempre desde el cuidado del medioambiente, la protección de las especies marinas y la continua apuesta por la cría en cautividad frente a la pesca de individuos salvajes.
Nació como una alternativa sostenible trabajando solamente en la producción de macroalgas, medusas, peces ornamentales y que se comercializan hoy en día. La empresa produce en cautividad, ya que la mayoría de sus especies se dedican con el fin de que sean exportadas tanto a nivel nacional. Moran comenta que “esperan que no tardando mucho exporten a países europeos” para seguir internacionalizando la empresa.
La exportación de estas especies, y el medio en el que son cuidadas, son importantes, ya que son especies poco comunes, que solo crecen en ciertas zonas del planeta, de las cuales no se pueden exportar porque están en peligro. Por esta razón se encargan de producir estas especies en España, que están siendo exportadas también en Portugal para que se conozcan y la sociedad sepa las especies marinas que se encuentran en el planeta.
Un ejemplo que dio Morán es el pez payaso, peces ornamentales que sólo se crían en aguas ecuatoriales y del Caribe y que solo pueden cuidarse en acuarios. Por esta razón, considera JellyFarmer como “un medio del primer sector europeo que puede llevar la educación y el conocimiento de estos peces a diferentes sectores”.
Morán confirma que actualmente también están llevando a las aulas cómo estudiar a este tipo de especies, principalmente las medusas que, en el mundo de la docencia, concretamente en el área de la biología, se considera un gran avance de innovación ya que nunca se ha llevado a este ser vivo a las aulas con el principal objetivo de conocer los beneficios que tienen. Por ejemplo, algunos estudios ya han confirmado que varios de sus componentes curan enfermedades.
Las medusas con las que trabaja actualmente son las que son más fáciles de mantener, como la Casiopea Andrómeda y las más comunes Aurelia aurita, una especie que es más difícil de mantener pero que está empezando a tener protagonismo en los acuarios.
A Morán le parece muy curioso que haya tanta gente que introduzca en sus casas a estos seres vivos y le parece “muy innovador” que un animal que nunca antes se había tenido como animal doméstico, aunque sea en un acuario, esté empezando a meterse en casa. Para Morán, tener este proyecto en un local de Gijón es un sueño hecho realidad, ya que lo llevaba teniendo en mente desde pequeño y gracias a sus estudios en Ciencias del Mar y másteres especializados en la preproducción de microorganismos ha podido, gracias a subvenciones, llegar a donde está hoy.
