Fundación Naturgy, junto al Capítulo Español del Club de Roma, ha organizado la jornada ‘Los nuevos vectores tecnológicos que formarán parte de nuestro futuro’, en la que se ha hablado sobre innovación, descarbonización, energía y los retos de futuro, tanto el sector público como en el privado. Han sido dos los expertos que han participado, y ambos han coincidido en lo mismo: la innovación -y la innovación energética- es fundamental.
Yolanda Benito, directora general del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), ha declarado que la importancia de la innovación “es fundamental para asegurar la sostenibilidad y la competitividad y la seguridad del sistema energético”. Según ella, os retos que hay en la actualidad, que llevan a toda la sociedad a asumir la descarbonización en el año 2050, es algo de unas dimensiones que “creo que nunca se han visto. Tenemos que apostar por muchas cosas: por una penetración de renovables; por la eficiencia energética en edificación, en ciudades y el sector industrial; por otras muchas tecnologías, entre otras”.
La innovación, ha insistido Benito, “desde luego en el ámbito tecnológico”, es muy necesaria, pero «no solo es eso”. Cree que en el ámbito tecnológico hay que buscar tecnologías cada vez más fiables y con costes más competitivos. Pero considera que también es necesaria una innovación regulatoria; es decir, que hay que ser más ambiciosos y pensar que desde la administración se tiene que apostar por una innovación creciente en el ámbito de la energía. “Y eso pasa por apostar y definir qué tecnologías y qué estrategias son las más sostenibles».
Y no solo en el ámbito público, sino en el ámbito privado, ha apuntado. “Creo que las administraciones tienen que establecer un sistema adecuado para que las entidades privadas sientan atractivo invertir en este sector y la suma de ambas cosas es la que nos hará llegar a las metas que nos hemos planteado”. Sin embargo, también cree que tiene que haber innovación no solo en la forma en la que se produce energía y la forma en la que se consume.
“Con lo cual, entiendo que toda la difusión de las nuevas tecnologías y la aceptación por parte de la ciudadanía y su aplicación es fundamental y creo que en esto tenemos que avanzar más rápidamente de lo que hemos estado hasta ahora. Por lo tanto, la innovación es fundamental. Sin la innovación, nos perdemos la llave con la que podremos abrir las puertas necesarias para lograr los objetivos planteados en 2050”, ha asegurado.
El papel de la innovación energética
Por su parte, Jorge Barredo, director general de Renovables, Nuevos Negocios e Innovación en Naturgy, ha coincido en que la innovación parece algo muy etéreo y muy alejado de las personas y del mundo del día a día. La realidad, para él, es que lo que parecía hace cinco años diferente, como el hidrógeno, era una cuestión que solo se discutía en el CIEMAT «y poco más”. Ahora mismo, ha explicado, la viabilidad de vivir con hidrógeno, de sustituir el gas natural por hidrógeno es algo que está en los temas de conversación. “No digo ya del autoconsumo, que nosotros estábamos ahí desde hace diez años, pero hace tres nadie pensaba en instalar autoconsumo y ahora hay un boom tremendo”.
Toda esta parte de innovación parece que sea algo muy alejado de la gente, pero en pocos años se transforma en el modus operandi de la sociedad. O eso considera Barredo: “Ahora mismo estamos en un momento en el que se está cambiando también la fisonomía del mercado. Las grandes corporaciones están dando entrada a pequeñas empresas, a consumidores particulares, generando comunidades de consumidores y a la vez productores…”.
Es un sistema en total cambio, ha indicado, y en una nueva génesis que es parte de la innovación. “La innovación es estos sistemas de apps, de generación con capacidad de medir exportaciones e importaciones a la vez que van a cambiar la fisonomía de lo que vemos”.
Pero también hay nuevos sistemas de almacenamiento de energía con muchas mayores capacidades que antes. Por ello, ha hablado de baterías, de litio líquido o la generación offshore. “Hay múltiples cosas que van a ser el día a día de la gente dentro de dos o tres años. Pero eso será posible en la medida de que toda la población capture parte de ese valor en la reducción de costes o de emisiones de CO2”.
Por último, ha señalado que “no hay que olvidar que estamos en un entorno de alza de precios de la energía. No podemos pensar que esta innovación va a ser a costa de que los precios se mantengan en estos niveles, es ingestionable. No se puede gastar la mitad de precio en gasolina y la mitad de precio en calefacción. Esta innovación tiene que estar revertida en una mejor forma de vida de la gente”.