Las reglas globales de la innovación y la investigación científica pueden saltar por los aires si se consuma la actual deriva de bloques. Silos en ciencia, lo nunca visto en décadas, inseguridad jurídica para proteger la propiedad intelectual y, por si fuera poco, una inteligencia artificial capaz de hacer descubrimientos y de acabar con el modelo académico universitario de maestro y discípulo. El director general de la Fundación Cotec para la Innovación, Jorge Barrero, analiza también en esta conversación el problema de la fragmentación de la I+D en España y pone nota a los Perte. ¿Cuál será?
Pregunta: Todo lo que sucede a nivel global demuestra que el problema de la innovación y la dependencia tecnológica era esto: si dependes de otros tecnológicamente, también lo harás políticamente.
Respuesta: Se están sumando muchas capas. El plano militar, que en otros momentos de la historia no estaba encima de la mesa, ahora vuelve a estarlo. Después de escuchar a Macron hablando de que pone a disposición de sus aliados su armamento nuclear, tienes la sensación de que la guerra fría, tal y como la conocimos, ya no está, porque lo que parece que hay es una voluntad de tres imperios de repartirse el resto del mundo entre ellos y quizá no necesiten usar demasiada fuerza para hacerlo. Europa empieza a hablar el lenguaje de la guerra, que es algo a lo que no estábamos acostumbrados, pero hay escenarios de paz a cambio de sacrificar la democracia.
Pregunta: La conclusión es que si no eres innovador y no desarrollas tecnología en los sectores líderes tu inferioridad no es sólo comercial.
Respuesta: Josep Borrell decía en nuestra última cumbre que todo puede ser usado como arma, cualquier tecnología, desde el sistema eléctrico de un hospital a los alimentos. Pero ahora, además de nuestra dependencia de tecnologías extranjeras, está la fuerza militar por delante. Aunque tuviéramos nuestro propio 5G, lo que desde luego no tenemos es capacidad nuclear. Estamos en un tiempo completamente nuevo para la ciencia y la tecnología también, porque hay riesgo por primera vez de que se desglobalice, de que se empiecen a generar en silos. Y eso es una cosa que no esperábamos.
"Si puedes invadir un país, ¿por qué no vas a invadir una patente?"
Pregunta: ¿En la visión estratégica de la Fundación Cotec ganará protagonismo este año la defensa?
Respuesta: Sí, estamos siguiéndolo desde el principio de la guerra. Empezamos por aspectos más transversales, como la propiedad industrial y la soberanía tecnológica, cada vez ya con más una mirada más hacia lo dual. El modelo en el que estamos entrando pone en jaque todas las reglas de la economía del conocimiento. Hasta ahora no había silos y, si no se respetan las fronteras, ¿por qué se va a respetar la propiedad intelectual o industrial?
Si puedes invadir un país, ¿por qué no vas a invadir una patente? Esa especie de reglas del juego de Derecho Internacional, que pueden parecer un poco naif, son un código que permite que no haya guerras, o las limita, y que da por hecho que el resto de normas se cumplen, al menos en público, porque evidentemente en privado siempre ha habido espionaje industrial. Puedes abandonar la Asociación Internacional de Patentes igual que has abandonado…
Pregunta:…la OMS.
Respuesta: A eso se le suma una herramienta completamente diferencial, que son los modelos avanzados de razonamiento, que pueden ser capaces de descubrir e inventar. Esto de alguna manera nos lleva a un escenario que no es el de la economía del conocimiento, porque ésta se basa en que el conocimiento novedoso es un bien y quien lo posee tiene una ventaja.
Por eso se invierte en I+D+I y por eso hay un sistema de protección de la propiedad industrial. Si la inteligencia artificial puede descubrir a un ritmo muy rápido o innovar de manera muy disruptiva y permanente, el conocimiento novedoso se convertirá en un commodity. No habrá ventaja en descubrir algo, porque se podrá imitar.
"Ni siquiera Elon Musk, se puede permitir el lujo de no apalancarse en el Estado"
La diferencia estará en aplicación. Cuando hablas de los silos, pienso también en que mucho del conocimiento de frontera hoy en día está en las empresas. Nos encontramos ya a una capaz de generar un premio Nobel.
Ninguna empresa, ni siquiera Elon Musk, se puede permitir el lujo de no apalancarse en el Estado para dar saltos. Elon Musk en la parte del espacio no sería nada sin la colaboración con la NASA, y viceversa probablemente.
Sí, pero la realidad es que la ciencia y la tecnología en este caso generan una cierta dependencia al resto de la sociedad de entes que no son estatales.
Claro, ni siquiera son políticos. Sabíamos que había empresas que tenían más facilidad de influir sobre nosotros que los Estados. El problema adicional es que, ahora mismo, los Estados más tecnológicamente avanzados o más militarmente avanzados están abandonando sus responsabilidades de liderazgo. No parece que a nadie le importe que sea una empresa la que decida qué servicios públicos deben o no prestar los funcionarios americanos, esto es lo nuevo. Más allá de Europa, no es fácil alumbrar hacia dónde nos dirigimos. No vamos hacia un escenario bélico, pero sí hacia un escenario autoritario.
Hablas de Europa y, si seguimos el Informe Draghi, uno de sus mensajes clave impacta en la forma con la que innovamos en España: dice que la fragmentación en la I+D no puede continuar, que hay que ir hacia una visión europea.
A muchos no les parece un problema la regulación europea, sino la fragmentación. Yo creo que eso es algo que nos tiene que hacer pensar, porque es posible concebir una Europa con normas muy centralizadas, las que sean, pero con un mercado único. Y también puede haber múltiples Estados fragmentados y regulados cada uno de ellos de una manera distinta. La clave es precisamente empezar a tener masa crítica.
"Habrá que crear supra regiones de innovación"
Un buen ejercicio podría ser que España pusiera de acuerdo a sus comunidades autónomas y de ahí para arriba. Si no lo conseguimos, habrá que trabajar con regiones de otros países, por qué no pensar en crear supra regiones de innovación entre Francia, España y Portugal.
Hay centros de investigación en nuestro país que trabajan en lo mismo y que ni siquiera se conocen entre sí.
La Rioja acaba de poner un millón de euros en un centro tecnológico navarro sobre alimentación. Es una cosa súper obvia, pero nadie lo hace. Las comunidades autónomas, en algunos casos, ponen trabas si una empresa quiere colaborar con un centro tecnológico de otra, se está fomentando la endogamia en algo tan globalizado como el conocimiento. Yo siempre aspiro a algo parecido a un Sistema Nacional de Salud.
Con las universidades pasa algo parecido. Más de 111.000 investigadores, 2.500 millones de euros más en la última década, y las patentes estancadas cuando no en retroceso.
Las universidades tienen un componente de cultura organizativa muy fuerte y las de 800 años no se parecen en nada a las que tienen 50. Realmente es una institución con una inercia brutal y un anclaje muy grande en el territorio. Desmantelar una universidad es algo que nadie aborda. Eso ha hecho que se relajen en muchos sentidos. Aquellas que lo hacen muy bien no tienen un incentivo mucho mayor que las que lo hacen mal. Hace tiempo que perdieron el monopolio del conocimiento y corren el riesgo también de perder el monopolio de la certificación de profesionales.
Hay muchos puestos para los que ya no se pide un título universitario. Si eso le sumas el tema de la inteligencia artificial, el escenario es aún peor. El sistema académico se basa en la transmisión del conocimiento del maestro al discípulo. Si el maestro no necesita al discípulo para seguir avanzando y pensando, porque puede conversar con un modelo de IA generativa, prescindirá de él. Esto, de nuevo, va al corazón de la Universidad.
Sobre los Perte: "La prioridad de la Administración ha sido ejecutar"
Ya se puede hacer un análisis crítico de los Perte. Llegaron para cambiar el modelo productivo, ¿cuál es tu balance?
Cada Perte ha tenido una historia distinta. El primer error es no haber entendido que una misma herramienta no sirve para para arreglar todas las cosas. Muchos sectores tienen la sensación de que no han sido consultados para una hoja de ruta. Quemaba el dinero, la prioridad de la Administración ha sido ejecutar y de la manera en la que estaban concebidos los fondos era muy difícil. Había que ser eficaces y eficientes a la vez. Para acertar bien en un objetivo tienes que apuntar y aquí lo que lo que ha habido es una ráfaga de ametralladora.
Quizás el problema es que no estamos habituados a diseñar planes estratégicos y sectoriales de país consistentes, serios y actualizados permanentemente. Cuando llegaron los fondos, no sabíamos qué hacer.
La velocidad de escape es la velocidad mínima que debe tener un cuerpo para salir de la órbita. En algunos casos, hubiera deseado que los Pertes tuvieran esa misión de vencer la inercia y poner en órbita a nuestros sectores. Algunos debieron concebirse para dar saltos completamente diferenciales y no para tapar las miserias de industrias que estaban siendo poco competitivas o que estaban amenazando con deslocalización.
Los Perte se supone que son investigación e innovación, y tendrían que haber seguido la lógica del moonshot. Si hay problemas para retener a industrias que no estaban dispuestas a dar ese salto, haber generado otra herramienta basada en cadenas de valor o en autonomía estratégica, pero no se debieron confundir las dos cosas.
¿Suspenso o aprobado raspado?
Iría uno a uno. Daría un suspenso a cosas muy concretas, por ejemplo, a los Pertes que han utilizado la concurrencia simple para adjudicar ayudas. Me parece una vergüenza, en el sector agroalimentario había muchas quejas. No solo no se ha basado en el criterio de la calidad de los proyectos, sino que se ha premiado al primero llegaba, que es prácticamente lo contrario. Para eso, hubiera dado las ayudas por sorteo. Es una aberración.
Un tiempo completamente nuevo para la ciencia
Cerremos nuestra conversación con un mensaje positivo. Dime tres cosas que te ilusionan ahora mismo del futuro.
Me parece fascinante lo que lo que vamos a vivir con la inteligencia artificial, incluso aunque nos llegue a superar en tareas que entendíamos que eran exclusivamente nuestras. Se abre un tiempo completamente nuevo para la ciencia. Podríamos abordar quizá problemas que llevan estancados durante décadas o vencer a las enfermedades más graves. No soy positivo en el sentido de que da la sensación de que va a poner patas arriba el sistema de ciencia y tecnología.
En segundo lugar, Europa tiene oportunidades, incluso por qué no pensar que esto va a servir también para unirnos más al Reino Unido. Europa va a demostrar para qué sirve. Y la tercera idea es que España cada vez tiene menos que envidiar a otros ecosistemas. Tenemos las estructuras y el mindset necesarios para competir, eso no significa que estemos liderando ninguna liga, pero las brechas culturales se han reducido, nuestra sociedad es moderna, nuestros científicos han trabajado todos fuera, nuestras empresas están exportando. Somos un actor pequeño, pero moderno sin complejo de inferioridad.