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Jorge Bueno, CEO de Proximus

Jorge Bueno, CEO de Proximus
Jorge Bueno, CEO de Proximus

¿Cómo se comportan mis clientes cuándo entran a mi tienda? Una cuestión aparentemente sencilla pero que está revestida de complejidad. Un entramado que la tecnología desarrollada por Jorge Bueno y su equipo pretende desgranar. Proximus abre una nueva etapa para los espacios comerciales en los que sus responsables podrán tomar decisiones sólidas inspiradas en los hábitos de los consumidores. ¿Cómo podría multiplicar las ventas de unos productos y retirar de mi oferta otros? ¿Cómo anticiparme al consumidor? ¿Cómo conocerlo mejor?

Seleccionado por la edición en español de Technology Review (editada por el MIT) como uno de los españoles más innovadores menores de 35 años, Jorge Bueno fue precoz en la tarea de emprender y con 15 años ya dio sobrada muestra de sus inquietudes, una curiosidad innata que ha complementado con dos ingenierías (Industrial especialidad Electrónica y Telecomunicaciones especialidad Telemática), un máster y un doctorado en robótica y automática, títulos todos ellos obtenidos en la Universidad Carlos III de Madrid. Hace más de dos años puso en marcha Proximus junto a Alex Martín y Marco Doncel. Tres socios que ya tenían experiencia en el lanzamiento de otras startups. “De algún modo, ya sabíamos a lo que nos enfrentábamos”- explica el ingeniero.

De forma hiper-resumida, Bueno define Proximus como“un GPS para el interior de edificios”. Se trata de una solución que venden a grandes superficies o centros comerciales para que puedan realizar un seguimiento de los movimientos de sus clientes con el objetivo de ayudar a las empresas a analizar el efecto de la colocación de productos y ofertas o permitirles segmentar campañas de marketing de manera más efectiva. La propuesta se compone de dos partes: un elemento de hardware basado en la tecnología iBeacon y un algoritmo matemático que permite posicionar a la gente con una precisión de dos metros y realizar su seguimiento. Proximus hace innecesario que el cliente tenga que descargarse una app específica de la tienda ya que se coloca un chip localizador en un objeto que el cliente recoge a la entrada –carrito, cesta, pulsera, tarjeta-; chips que emiten una señal de Bluetooth de baja energía que es detectada por una red de sensores instalados en el techo del espacio a cubrir.

Proximus funcionamiento

Como detalla Bueno, actualmente los departamentos de marketing in BI ven la tienda “como una caja negra en la que entran usuarios y se generan ventas. Existen muy pocas empresas haciendo un análisis más exhaustivo sobre lo que ocurre durante la visita. Podrían realizar acciones ante preguntas como las siguientes ¿Cómo han reaccionado mis clientes ante esta promoción? ¿Han parado o han seguido de largo? ¿Cuántos clientes llegan hasta el final de mi tienda? ¿Tengo más demanda que la semana pasada a la misma hora? ¿Debería de abrir alguna caja?”. Conscientes del alto valor de esa información, la cartera de clientes de Proximus se está incrementando. “Principalmente son grandes cadenas de distribución y minoristas. No podemos concretar sus nombres por temas de NDAs pero son líderes en sus categorías a nivel mundial. Además, trabajamos con marcas como Unilever”- añade. La empresa cuenta además con una docena de partners comerciales a escala global que les ayudan a llegar a rincones “muy lejanos”. Disponen de oficina en Madrid y Londres, donde el equipo residió durante el pasado año.

Además de las mencionadas, Proximus mide otra serie de variables y estadísticas, individuales y agregadas, que aportan información en tiempo real. Si al finalizar la compra el cliente utiliza una tarjeta de fidelización, estos datos pueden ser cruzados con los productos adquiridos, lo que permitirá tomar decisiones sobre personalización de ofertas, siempre respetando al usuario. “Nuestra tecnología funciona de manera pasiva y anónima, así que mantenemos la privacidad del cliente en todo caso. Somos los primeros a los que nos preocupa el uso indiscriminado de la información personal, pero en nuestro caso no sabemos quién es la persona que hay detrás del carro”.

Aunque considera que 2016 será su año, Bueno habla de algunas dificultades con las que se encuentran en su día a día. “Alguna que otra multinacional nos ha mareado más que otra cosa. Es difícil emprender modelos B2B, y más aún tecnológicos, y más aún en España, ¡pero el que la sigue la consigue!”. Entiende que es bueno que haya ecosistema emprendedor y que se potencie aunque, “lamentablemente es un sector muy duro y en el que la tasa de abandono y cierre es altísima”. Cree en la necesidad de que sigan naciendo nuevas startups “para que realmente se consiga un impacto”. “En mi promoción de la universidad hemos emprendido tres empresas, éramos 400 ingenieros, algo falla”- añade.

Como conclusión pedimos a Bueno que nos aventure qué tecnología que hoy roce lo imposible terminará por eclosionar. “Yo estoy convencido de que en 10 años la gente hablará en su idioma y el propio teléfono traducirá en tiempo real la conversación con el destinatario. Se acabarán gran parte de los problemas de idiomas. Es complicado pero ya existen las primeras soluciones. ¡Pensad en el mercado asiático!”- concluye.