La inteligencia artificial (IA) ha emergido como una de las tecnologías más transformadoras de las últimas décadas, con un impacto profundo en prácticamente todos los sectores económicos. Desde la manufactura y la agricultura hasta la atención médica y el comercio, la IA está cambiando la forma en que operan las empresas y en cómo los trabajadores interactúan con sus entornos profesionales. Sin embargo, para que esta tecnología se despliegue de manera efectiva y equitativa, es crítico poder contar con profesionales preparados. Pero, adicionalmente, formar en inteligencia artificial con una visión que esté alineada con cada sector es clave para maximizar los beneficios sociales y económicos de esta tecnología emergente.
El primer reto que hay que enfrentar es el déficit de profesionales capacitados en IA. A medida que la IA se convierte en un componente integral de las empresas, la demanda de personal cualificado que pueda desarrollar, implementar y gestionar estas tecnologías sigue creciendo exponencialmente. Desde EOI somos muy conscientes que muchas empresas se encuentran con la dificultad de reclutar talento con conocimientos especializados en áreas clave como el aprendizaje automático, la robótica, la analítica de datos o el procesamiento de lenguaje natural, por citar algunos.
“Debemos aplicar la IA a los sectores productivos”
Sin embargo, no se trata simplemente de enseñar los aspectos técnicos de la IA. Las empresas, especialmente las pequeñas y medianas (PYMES), enfrentan retos únicos en la adopción de IA. Para muchas de ellas, la implementación de la inteligencia artificial no es solo adoptar una tecnología, sino una transformación que afecta a toda su cadena productiva. Aquí es donde la formación debe ir más allá de los aspectos técnicos y alinearse con las necesidades específicas de cada sector.
Al diseñar programas de formación en IA, más allá de los aspectos generales, es crucial tener en cuenta las particularidades sectoriales para asegurar que los conocimientos impartidos sean aplicables y relevantes, que es lo que hace que la formación tenga sentido.
Un enfoque en el que la formación en IA se adapta al tejido productivo garantiza una mayor integración de esta tecnología en el día a día de las empresas. Por ejemplo, la inteligencia artificial aplicada a la agricultura puede centrarse en el análisis predictivo del clima y la optimización de recursos hídricos, mientras que en la industria manufacturera, el foco puede estar en la automatización de procesos y el mantenimiento predictivo de maquinaria. Una formación adaptada a este sector debe abordar las competencias necesarias para manejar robots industriales, sistemas de visión artificial y procesos de mantenimiento preventivo basados en datos.
“Las ventajas de una formación alineada con el tejido productivo”
Estos ejemplos demuestran que la formación debe estar profundamente conectada con las necesidades específicas de cada sector si se quiere maximizar los beneficios de la IA.
Desde EOI estamos fuertemente comprometidos con la industria y creemos que una adopción intensiva de la IA tiene numerosas ventajas. Solo desde la formación y el desarrollo de los profesionales en esta tecnología y todo lo que la alimenta (datos, machine learning, deep learning, etc.) se podrán aprovechar todas las ventajas que se pueden traducir en:
Incremento de la competitividad empresarial: Las empresas que adopten la IA de manera efectiva podrán mejorar su productividad, reducir costes y ofrecer productos y servicios más innovadores. Esto les permitirá competir mejor en mercados cada vez más complejos.
Reducción de la brecha laboral: La formación de profesionales en IA aumenta las oportunidades de empleo de calidad y reducirá la necesidad de importar talento y de que colectivos profesionales queden en peor posición en el mercado laboral. A medida que las empresas van adoptando la IA, necesitan profesionales que comprendan cómo aplicarla en sus operaciones, lo que obliga a un esfuerzo en desarrollo del talento necesario.
Desarrollo económico sostenible: La adopción de la IA impulsada por esa formación puede generar un crecimiento económico más inclusivo y sostenible. Los territorios en los que su tejido productivo integra la IA podrá experimentar un aumento en la creación de empleo, la innovación y el desarrollo de nuevas industrias.
Facilita la transición tecnológica: Para muchas empresas, especialmente las PYMES, la transición a tecnologías avanzadas como la IA puede ser un gran desafío. Poder con- tar con profesionales capacitados que entienden cómo integrar estas tecnologías en los procesos existentes, es el principal camino para que la transformación tecnológica sea posible.
En EOI, como escuela vinculada a la industria, tenemos el firme propósito de que las empresas puedan aprovechar todas las ventajas que las nuevas tecnologías aportan y que permite a las empresas competir de igual a igual en mercados globales. El gran reto es poder acompañar a las empresas para que, una vez que la tecnología está disponible, puedan contar con los profesionales capacitados para obtener todos los beneficios de la transformación tecnológica. Para ello, diseñar y realizar programas de formación y desarrollo del talento es crucial para que España pueda estar a la cabeza y ser un referente en la digitalización de la industria.
