Hace un par de semanas, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, insistía durante un desayuno informativo en Madrid en aquellas líneas que marcarán la revitalización de la política industrial española. El responsable público, avanzaba el plan del Gobierno relacionado con la próxima aprobación de una nueva Ley de Industria, la creación de un Consejo Estatal de Política Industrial y la aprobación de una Estrategia Española de Industria y Autonomía Estratégica. Este escenario ambicioso necesitará de talento de primer nivel para carburar, y la Escuela de Organización Industrial (EOI), con casi 70 años de experiencia a sus espaldas, se alza como un instrumento público idóneo para que los sectores industriales, nuevos y veteranos, estén al día gracias a una formación de calidad.
Después de una etapa exitosa como CEO de Enisa, José Bayón es desde enero este año Director General de la EOI. Durante una entrevista con Innovaspain, Bayón pone nombres y apellidos a los proyectos que confirman que la industria del país vive un periodo boyante, gracias en parte a la consolidación de proyectos beneficiados por los fondos europeos. Chery, el gigante automovilístico chino, ha desembarcado en Barcelona y reactivará la antigua fábrica de Nissan. Volkswagen construye en Sagunto una gigafactoría de celdas de baterías de coches eléctricos. Cepsa y C2X, producirán metanol verde en el Puerto de Huelva. Envision fabricará baterías de iones de litio en Navalmoral de la Mata.
«La escuela siempre ha estado ahí, pero ahora redobla su apuesta»
“Hablamos de grandes inversiones, de política regulatoria y de una tercera pata, donde la EOI puede jugar un papel relevante: formar talento y ayudar a las empresas a disponer de la capacidad necesaria para seguir el ritmo de los tiempos”, afirma. En paralelo, llevarán a cabo una labor de estudio y análisis, útil tanto para el ministerio como para las demás áreas implicadas. Lo harán a través del Centro de Estrategia y Prospectiva Industrial, CEPI, un think tank promovido por Secretaría de Estado de Industria y por la Fundación EOI. “La escuela siempre ha estado ahí, pero ahora redobla su apuesta. Es momento de responder, y la EOI puede hacerlo gracias a una trayectoria contrastada”.
Si es talento es una pieza que en la EOI saben pulir, su relevancia como agente que cohesiona y vertebra el territorio está fuera de dudas. Hace 30 años, la escuela se convirtió en la primera entidad española en gestionar ayudas del Fondo Social Europeo. Hoy mantiene convenios en las 17 CCAA y en las dos Ciudades Autónomas. Fruto de esta capilaridad, se anticipó a otros organismos en la creación de espacios destinados a emprendedores. Por sus diferentes coworking han pasado más de 100.000 personas.
En esta línea, dentro del apartado de programas públicos, la EOI maneja 700 millones de euros. Con pymes industriales y ecosistema emprendedor en el centro, aquí se enmarcan programas de formación digital –Generación D Pymes y Generación D Agentes del Cambio– los Programas Activa (Industria 4.0, Ciberseguridad, Crecimiento, Startups) o el Programa Acelera Startups.
Brecha de género
Por otra parte, “desde su origen y como actividad core en la actual EOI”, la escuela forma a directivos y directivas con masters bien valorados en la industria. La entidad fue pionera en formación online (1997), big data (con un máster que arrancó en 2011) o en formación en gestión ambiental (desde hace más de 40 años). El Postgrado en Energías Renovables mantiene el liderato en su categoría. “Por la EOI han pasado la mayoría de directivos y directivas del país en estos ámbitos”.
Bayón se detiene en cómo la EOI ha contribuido a romper otras brechas, aún vigentes. “En liderazgo femenino empresarial y directivo, el programa Mujeres de Alto Potencial ha cumplido 14 ediciones. Es un orgullo para la institución comprobar que muchas de estas mujeres son consejeras y saber que hemos inspirado otras iniciativas y estrategias que han llegado después con el objetivo de acabar con la brecha de género”.
Un mundo nuevo
Otra parte de la labor de la EOI tiene lugar in company, en empresas como Renfe, Banco Santander o Cofares, o en organismos como la CNMV. “Aunque seamos una referencia, estamos obligados a reposicionarnos”, reflexiona Bayón. “Esto ocurre en cualquier institución, ya sea pública o privada. Vivimos un momento brutal en digitalización y sostenibilidad y debemos buscar de nuevo nuestro sitio e incrementar nuestro alcance”.
El Director General considera que la formación de la alta dirección ha cambiado mucho en los últimos años. “La formación debe ser continua”, opina Bayón, para quien un máster, “por bueno que sea”, ya no es un salvoconducto vitalicio. “Trabajamos junto a las empresas y otras entidades para que doten de las habilidades necesarias a sus equipos directivos en digitalización, inteligencia artificial o –una de nuestras banderas- sostenibilidad”. Adicionalmente, la EOI quiere apostar con más decisión por su presencia internacional, una realidad en algunos países de Latinoamérica.
Enriquecer la economía del conocimiento
Esta “lluvia fina” provocada por la EOI, y que no ha cesado en décadas, favorece que el triángulo formación, economía del conocimiento y competitividad, haya estrechado lazos. Desde esta óptica, la escuela mira hacia la sociedad y sus retos para definir los próximos pasos, sin olvidar que la actual revolución tecnológica, si bien no es la primera que vive la humanidad, “si es la más disruptiva e intensa, porque afecta a todo y muy rápido”.
De esta lectura -en la que son proactivos el claustro de docentes y la dirección de los másteres y programas- han surgido el máster en Eólica Marina, el programa Ejecutivo en Tecnologías y Mercados de Almacenamiento Energético o el MBA en Minería y Materias Primas. “La escuela tiene que ir por delante. Detectamos que las necesidades sociales son las mismas que las de las empresas”.
El feed back que reciben tanto de los programas como de los másteres es muy positivo, pero José Bayón quiere un poco más lejos. “Tenemos que innovar y lograr que más gente conozca y se beneficie de nuestras acciones. Queremos que la industria se sienta plenamente identificada con lo hacemos. Estamos en ello”, concluye.