Con una larga trayectoria en la compañaía, donde ha transcurrido toda su carrera profesional desde su incorporación en 1989, José Julián Echevarría es en la actualidad el director general del área Aeroespacial del grupo SENER, que desde junio de 2018 engloba la totalidad del recientemente adquirido grupo TRYO Aerospace & Electronics y la existente unidad de negocio Aeroespacial de SENER. En total suman 700 trabajadores y un volumen de negocio de 120 millones de euros (datos de 2017).
Comenzó como ingeniero de la Sección de Estructuras y Mecanismos y, en 2004, fue designado director de Operaciones de Aeroespacial en Bilbao. Más tarde, Echevarría pasó a ocupar esta misma posición para todo el negocio Aeroespacial de SENER. En 2013 fue nombrado director general de dicho negocio y el pasado mes junio fue designado para ocupar el puesto actual. De formación académica ingeniero industrial mecánico por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI) de Bilbao, ha cursado un máster en Dirección de Empresas (MBA) por la Universidad de Deusto.
1. A lo largo de su trayectoria profesional, ¿qué decisión ha tomado que haya tenido como consecuencia un mayor grado de innovación?
Muchas de las decisiones que he tenido que tomar a lo largo de mi carrera profesional han implicado procesos de innovación, desde los trabajos como director de proyectos aeroespaciales, que siempre son técnicamente retadores y donde nunca hay dos proyectos iguales, hasta las decisiones que he ido tomando en puestos de dirección, que implican gestionar equipos de personas altamente cualificadas en un entorno como el aeroespacial, muy demandante en criterios de calidad, aplicación de soluciones innovadoras, plazos y costes.
Para ser competitivo en espacio, aeronáutica o defensa, hay que estar continuamente innovando tanto en tecnología como en procesos de diseño y producción. Sin duda, la integración del grupo Tryo en SENER va a suponer un reto de innovación, tanto para mí como para toda la empresa, pues va a implicar un cambio en la estructura de ambos grupos. Es toda una revolución, a nivel de gestión, dentro de SENER.
2. ¿Cuáles son las claves para culminar con éxito un proceso innovador?
En SENER siempre hablamos de que tiene que existir una ‘cultura de la innovación’ que permita no solo culminar con éxito procesos innovadores, sino gestarlos, conducirlos y aprobarlos desde la dirección. Es fundamental conocer las ideas innovadoras, permitir su maduración y que cuenten con el apoyo de la dirección, lo que incluye una adecuada financiación, para poder convertirlos en un éxito.
En el caso de una empresa como la nuestra, del ámbito de la ingeniería y la tecnología, y basada en la diferenciación tecnológica, la innovación es imprescindible, hasta tal punto que la consideramos uno de los tres valores corporativos de SENER (junto con la calidad y la independencia). Dedicamos más del 3 por ciento de nuestros ingresos anuales a I+D, en 2017 destinamos 25,4 millones de euros a Innovación. En SENER, consideramos la innovación como un proceso en constante evolución que permite ofrecer productos y servicios mejores y más efectivos a nuestros clientes, situándolo en el marco del modelo denominado I+D3: Investigación + Desarrollo, Demostración y Despliegue.
Dentro de nuestra organización existe un Comité de Innovación, coordinado por la Dirección General, que tiene como objetivo, entre otros propósitos, promover y canalizar iniciativas relacionadas con la innovación en toda la organización. También contamos con una estructura horizontal, que facilita el intercambio de ideas y la ‘fertilización cruzada’, esto es, el trasvase de tecnologías de unos sectores de negocio a otros. Este trasvase efectivo nos ha permitido, por ejemplo, situarnos a la cabeza mundial en el sector de la energía termosolar, gracias a nuestras tecnologías espaciales de apuntamiento y a las aeronáuticas, en el caso de los receptores solares de alta temperatura.
También fomentamos la cultura de la innovación mediante la concesión de los Premios a la Innovación, que cada año eligen los proyectos internos más innovadores y que conllevan una dotación económica para los equipos responsables de dichos proyectos; celebramos un foro de Innovación cada dos años y, en algunas oficinas, como la de Barcelona, existe un espacio dedicado a la innovación, donde se celebran presentaciones de sistemas y productos y se intercambian ideas y experiencias. Todo, en SENER, debe invitar y fomentar esa innovación que ha sido fundamental para cimentar nuestra historia de éxito en nuestros diferentes ámbitos de actividad.
3. Tres consejos para quienes estén dispuestos a abordar cambios, acciones o procesos innovadores en su empresa o entorno.
Yo diría que tienen que ser convincentes, muy claros en sus objetivos para contagiar esa necesidad de cambio en los demás. Siempre es mucho más difícil remar a contracorriente. Otro consejo sería que tienen que ser tenaces, para convertirse ellos mismos en motor de ese cambio. Y, por último, tienen que ser flexibles, para ajustar los procesos innovadores a las dificultades que puedan ir surgiendo y que sean propias de la idiosincrasia del negocio. Parto de la base de que tienen muy identificada la innovación que quieren llevar a cabo, y han medido previamente los beneficios y los riesgos que dicha innovación puede aportar a su negocio, que sería la premisa sobre la que aplicar esos tres consejos.
4. ¿Cuál es, a su juicio, la mayor innovación que ha tenido lugar en los últimos 50 años en todos los ámbitos?
Sin duda, el surgimiento de Internet, que ha cambiado radicalmente el mundo a todos los niveles. Ha sido una auténtica revolución, no solo de las comunicaciones sino de la economía, el conocimiento, la política…
La sociedad se ha modificado sustancialmente: Internet ha creado sociedades globales, ciudadanos implicados en la vida política que se convierten en testigos activos y en protagonistas de los acontecimientos. Ha hecho surgir nuevos negocios y ha convertido otros en obsoletos con una celeridad pasmosa. Y ha modificado para siempre las relaciones interpersonales. Hoy no entendemos el mundo sin esa interconexión continua con los otros que nos permite la Red.
Por eso, en SENER trabajamos activamente en el sector de las comunicaciones desde el espacio, tanto para asegurar las conexiones terrestres de telefonía como para avanzar en la comunicaciones interplanetaria: estamos presentes en las antenas de los vehículos de exploración o rover marcianos Curiosity, que está operativo desde 2014, enviando información a la tierra gracias al mecanismo de apunte de SENER, y el próximo rover, que será lanzado en 2020, dentro de la misión Mars2020 de la NASA. Asegurar estas conexiones interplanetarias es ya vital para el éxito de las misiones, y sin duda será clave en las futuras misiones tripuladas de exploración planetaria. Tenemos que estar interconectados.