Con más de 20 años de experiencia en el desarrollo de estrategias y operaciones de negocio, transformación digital e innovación, José Luis Alonso es el nuevo Director General de Kyocera Document Solutions España desde el pasado mes de agosto. Es ingeniero informático por la Universidad Carlos III, graduado del IESE (Programa de Dirección General), Master en Business Administration por la IDE-CESEM Business School y Executive Master en Business Administration por la Universidad Regiomontana de México.
Hasta es último nombramiento, Alonso desempeñaba el cargo de director de Innovación y Tecnología, un rol estratégico desde el que ha planificado, diseñado y ejecutado la transformación del negocio. En los últimos años ha liderado la adquisición de compañías de software y la creación y desarrollo del producto estrella de Kyocera en España: Solpheo. De igual modo, ha contribuido en el desarrollo de KCM, producto de captura y distribución que se comercializará a nivel mundial.
1. A lo largo de su trayectoria profesional, ¿qué decisión ha tomado que haya tenido como consecuencia un mayor grado de innovación?
Sin lugar a duda, esta ha sido la creación de Solpheo, la solución de gestión de contenido empresarial y de procesos que ha permitido transformar la manera en la que Kyocera trabaja el documento, ayudando a nuestros clientes a automatizar y afrontar cualquier proceso de transformación digital en sus compañías.
Esta innovadora solución nos ha permitido hacer evolucionar el documento digital no solo para su uso desde el tradicional gestor documental, sino en todo su ciclo de vida (incluyendo los procesos por los que pasa), de tal modo que podemos gestionar en un sistema cloud de manera personal o colaborativa cualquier archivo y hacerlo fluir a través de herramientas BPM.
2. ¿Cuáles son las claves para culminar con éxito un proceso innovador?
Para poder llevar a cabo un proceso de innovación dentro de cualquier empresa es imprescindible que este tenga una finalidad clara, un objetivo. Y, por supuesto, debe estar ligado con la propia estrategia de negocio.
Teniendo esto en cuenta, la primera clave sería la constancia. La innovación implica en muchos casos transformación interna de las compañías y cambios estructurales, por lo que necesita avanzar paso a paso, pero con firmeza.
Por otro lado, es fundamental que estos procesos no se alarguen demasiado en el tiempo, ya que la obsolescencia es su principal enemigo.
El tercer factor sería no tener miedo al fracaso. El simple acto de innovar esconde de manera implícita el riesgo de errar, pero hacer las cosas de manera distinta (que es en sí el motor de la innovación) es la única forma que los humanos tenemos de evolucionar.
3. Tres consejos para quienes estén dispuestos a abordar cambios, acciones o procesos innovadores en su empresa o entorno.
Lo primero es tener las ideas muy claras sobre cuál es el fin u objetivos que se pretenden conseguir con esos cambios, para lo que se debe definir bien la hoja de ruta a seguir.
Además, algo fundamental que debe priorizarse en este tipo de procesos es el factor humano. Cualquier proceso de transformación implica a personas, y estas tienen que gestionarse de una manera excepcional, adecuando los entornos y procesos a cada uno de ellos.
Por último, y como mencionaba en la pregunta anterior, se debe ser muy constante. Cualquier camino hacia el cambio está repleto de altos y bajos, y uno no puede rendirse a la primera.
4. ¿Cuál es, a su juicio, la mayor innovación que ha tenido lugar en los últimos 50 años en todos los ámbitos?
Aunque resulta complicado resumir esta pregunta en torno a un solo hito, sí que podemos concluir que el mundo es el que es hoy gracias la revolución en el sector de las telecomunicaciones, que ha catapultado el desarrollo de nuevas tecnologías sin las que ahora podríamos concebir nuestro día a día.
La evolución de las mismas ha permitido dar un trascendental paso hacia la Sociedad de la Información, que ha supuesto un cambio radical en la cultura, en la economía y, en general, en toda la industria.
El imparable desarrollo de Internet ha sido clave para el avance de otras tecnologías, como el cloud o el IoT, que ahora son el punto de partida de todos los procesos de transformación.