J. Manuel Aguilar: "Me parece excelente que existan muchos proyectos de vacunas"

El biólogo molecular lidera en México una vacuna desarrollada a partir de ADN
José Manuel Aguilar vacuna
El biólogo molecular José Manuel Aguilar. Foto cedida por el entrevistado.

La vacuna contra el COVID-19 se ha convertido en una arma política. Estados Unidos ya ha anunciado que gastará al menos 2.000 millones de dólares en una experimental y, tan solo esta semana, el vicepresidente, Mike Pence, ha asegurado, en plena batalla por la reelección, que tendrán una vacuna antes de que termine el año.

Del otro lado, China ha dicho que aspira a ser el primer país del mundo en producir una a gran escala y Rusia asegura que ya ha comenzado las pruebas clínicas de SputnikV en 40.000 personas. Ningún país se quiere quedar atrás. En América Latina, México y Argentina llegaron a un acuerdo con AstraZeneca y la Universidad de Oxford para participar en la fabricación de una.

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En medio de las más de 170 candidatas, según la lista de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay proyectos que tienen puestos menos reflectores pero que caminan en la misma dirección: encontrar una cura contra el COVID-19.

“Me parece excelente y muy pertinente que existan muchos proyectos de vacunas al mismo tiempo porque no sabemos cuál de todos esos va a ser una vacuna efectiva”, asegura el biólogo molecular de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), con doctorado por el Tecnológico de Monterrey (México) José Manuel Aguilar Yáñez. “Nunca en la historia había habido un momento como este en el que todas las autoridades, los laboratorios y farmacéuticas se unieran para acelerar esta investigación”, insiste.

Aguilar, quien fue reconocido en 2012 como uno de los 10 innovadores menores de 35 años de México (en la categoría de biomedicina) por la revista MIT Technology Review, lidera la iniciativa sin fines de lucro Jonas Salk, en la que participan científicos de la UABC y del Tec de Monterrey.

Dicha iniciativa se ha sumado a la carrera por obtener la vacuna. Por ahora, los científicos han concluido el diseño molecular y la manufactura del primer prototipo de vacuna, que está siendo evaluada en ensayos preclínicos en ratones en la Universidad de California San Diego (UCSD), en Estados Unidos, con el fin de demostrar que es segura. Esto se lleva a cabo en colaboración con el Instituto Politécnico Nacional, en México. Su proyecto fue uno de los cuatro elegidos y financiados en una primera fase por el Gobierno mexicano para participar en esta búsqueda.

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A diferencia de otras vacunas, hechas a partir de virus desactivados o atenuados, como algunas de la influenza o el sarampión, la de estos científicos mexicanos ha sido diseñada a partir de ADN, en concreto, a partir de la proteína spike del virus SARS CoV-2. “La nueva generación que nosotros proponemos es solamente una molécula, un fragmento de ADN que contiene información del virus que, al entrar a tu cuerpo, este lee la información genética y produce ese antígeno (el elemento que desencadena la formación de anticuerpos y que provoca una respuesta inmunitaria)”, detalla. De acuerdo con el científico, de esta manera “el cuerpo es estimulado de forma más natural y responde de mejor manera”.

Pero, sobre todo, estas vacunas “son muy económicas, se pueden desarrollar rápidamente y, si el virus muta, podemos actualizarlas y, además es muy barato producirlas masivamente”, agrega Aguilar. Los investigadores planean iniciar en septiembre la fase clínica en humanos y tener la vacuna lista para la segunda mitad del próximo año.

Contra todo escepticismo respecto a las vacunas, Aguilar sostiene que “es una realidad que la vacunación es sin lugar a dudas el mejor método para prevenir una enfermedad, y el único método posible para aspirar a erradicarla”. En su opinicón “salir, a la vida normal que teníamos antes, definitivamente no va a ser posible si no tenemos una vacuna funcional administrada en, al menos, el 60% de la población”.

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