José Mello es director de Solaria Labs en São Paulo (Brasil), el centro de innovación de Liberty Mutual Insurance, la central de la compañía española Liberty Seguros. Inaugurado hace menos de cinco meses, este centro se suma a los de Boston y Singapur, con el objetivo de seguir explorando las últimas tendencias en movilidad, vivienda o comercio.
Separados por miles de kilómetros de distancia, los tres centros actúan como “un solo laboratorio”, destaca Mello. El primero de ellos fue lanzado a finales de 2015 y el último, el de São Paulo, que cuenta con más de 100 personas trabajando en nuevos productos y tecnologías, se encarga de los mercados de América Latina (Brasil, Colombia, Chile y Ecuador) y de Europa (Portugal, España e Irlanda). Para la compañía, Brasil es el tercer mercado más grande, después de Estados unidos y Europa.
Una de las últimas innovaciones en las que está trabajando Solaria Labs es un experimento en Boston de mapas e inteligencia artificial. El equipo está intentando hacer coincidir datos de fuentes públicas de la ciudad (qué tan viejos son los edificios, cuándo fue construida la ciudad), con los de la compañía para comprender cuáles son los riesgos a los que están expuestos los hogares. “Estamos usando machine learning para obtener un mapa de dónde está más expuesta la gente”, detalla José Mello.
El empresario reconoce que la industria de las aseguradoras “es un mercado muy tradicional” aunque, en su opinión, la de los bancos se ha quedado un paso más atrás. “Vimos lo que le estaba pasando a los bancos y empezamos a movernos”, añade. “Todas las industrias se ven empujadas a innovar por miedo o por dolor”, sentencia.
Las aseguradoras frente a la movilidad compartida
Frente al cambio de paradigma en el sector, que ha pasado de “un modelo en el que poseemos nuestros propios vehículos” a uno donde “a nadie le pertenece el vehículo”, “¿qué es lo que está siendo realmente protegido?”, plantea Mello.
Las aseguradoras tienen que aprender a lidiar con los nuevos riesgo de exposición ya que han pasado de “proteger el vehículo y la persona” a “proteger el viaje”, de la “macroprotección” a una “microprotección”, periodos de tiempo más cortos.
Sin embargo, el sector no cuenta con datos que permitan afrontar este cambio. “Tenemos datos del seguro tradicional pero no de esto”. Mello no considera que estemos menos protegidos que hace unos años pero sí que “estamos expuestos a nuevos riesgos de los que antes no éramos conscientes”.
“Hace unos años solo tenías dos opciones de viajar en la ciudad: en transporte público o en tu propio coche. Ahora, en un mismo viaje, puedes empezar en uber, seguir en transporte público y luego en un scooter. Es el mismo viaje que solías hacer antes pero ahora lo haces usando tres medios de transporte”, señala.
Mello no pierde el optimismo. “Potencialmente podríamos decir que eso es malo para las compañías pero yo diría que es una gran oportunidad. El negocio tradicional del seguro de coche es muy limitado en términos de crecimiento porque dependemos de que nuevos coches salgan a las calles todos los días”. Para él, el concepto de “microaseguradora”, abre nuevas oportunidades. “Es exponencial la manera en que podemos crecer”, declara.