José Ramón Iglesias, director de I+D+i de CAPSA FOOD: “No tenemos límites”

Es un hombre de la casa. José Ramón Iglesias ocupó distintos cargos dentro de CAPSA FOOD hasta pasar a encargarse de la dirección del área de I+D+i hace 9 años. Un periodo marcado por la necesidad de acometer transformaciones profundas en toda compañía. Por el camino, varios hitos, como que CAPSA haya sido la primera empresa alimentaria en obtener el Certificado de Gestión de I+D+I 166000 y en alcanzar el sello oro +500 de EFQM en España.

Iglesias, que ha dirigido más de 50 proyectos de investigación - en colaboración con centros tecnológicos, universidades y el CSIC- considera que hace muchos años que la innovación dejó de ser opcional para sobrevivir en un mercado donde “todos luchamos por conseguir una oportunidad que nos haga relevantes para los consumidores quienes, sin duda, son los que mandan”.

El directivo es miembro de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación; forma parte de comités científicos y grupos de trabajo de diferentes organizaciones dentro del sector alimentario, así como de la mesa de Innovacion de FADE. Cuando echa la vista atrás, muy atrás, recuerda que la compañía de la que forma parte es innovadora “desde siempre”. Fundada en 1967, CAPSA “revolucionó el mercado” a ser la primera empresa que envasó leche en botella (que además se podía mantener en ambiente con una caducidad por encima de los 3 meses). “Hay que tener en cuenta que entonces sólo se comercializaba leche fresca”, apunta Iglesias, que también destaca la importancia de haber sido pioneros en incorporar el tapón al brick de leche o en cambiar la venta agrupada al poner en el mercado packs de seis unidades.

Avances que no siempre han estado ligados a la leche. Así, la empresa se adelantó a algunas tendencias al hacer llegar al consumidor nata de cocina, mantequillas ligeras, productos funcionales o yogures con vegetales. “Una de las claves de nuestro éxito pasa por ser capaces de abrirnos a nuevas ideas, estar siempre atentos a las demandas de los consumidores, continuar aprendiendo día a día y, por supuesto, arriesgarnos”.

Para minimizar este riesgo, CAPSA FOOD tiene sistematizados varios procesos. “Todo comienza con la vigilancia comercial y continúa con la tecnología de tendencias y necesidades del consumidor, detección de oportunidades e ideas, análisis con el consumidor, selección y priorización, estudio de la viabilidad comercial y tecnológica, para finalizar con la ejecución, implantación y aprendizaje para la mejora continua de nuestro proceso de innovación”. Metodologías que se nutren de savia nueva por caminos adicionales, como el Portal de Innovación Interno, donde los empleados proponen ideas, o los “Premios Innovación a la Alimentación Saludable” (con una edición en Asturias bajo el paraguas de Central Lechera Asturiana y otra en Galicia de mano de LARSA, marca del grupo) junto a la Universidad de Santiago de Compostela.

                                                      

Ejemplos que demuestran que en la compañía no hay intención de cerrarle a nadie las puertas. “Suelo decir que nuestro departamento de I+D, además de estar formado por todos los empleados de CAPSA, también lo componen aquellos que intervienen en nuestro proceso de innovación, ya que la participación en su ámbito concreto puede proponer, mejorar, actuar y arriesgar para cambiar las cosas. Sólo con esta actitud se construye la innovación”, apunta Iglesias, que despliega el abanico de las opciones para que la empresa gane valor. “Innovaciones tecnológicas, en productos, punto de venta, procesos o ganaderías; fomentando así el emprendimiento y la innovación compartida”, e insiste en las bondades de la Open Innovation al asegurar que hace años que se dieron cuenta de que “no somos los mejores en todo ni tenemos los recursos para afrontar determinados proyectos”. Situaciones que les llevan a buscar los mejores aliados. “A día de hoy tenemos importantes acuerdos con hospitales, sociedades médicas, proveedores tecnológicos, clientes, consorcios de empresas, universidades, etc. También estamos abiertos a otros mercados, países, categorías e incluso negocios. No tenemos límites. Llevamos a cabo aquello que la iniciativa y creatividad nos dejen ver”.

Iglesias, que ha liderado proyectos consorciados con diferentes empresas alimentarias dentro del programa CENIT y otros programas nacionales,   regionales y europeos, afirma que el empuje de la competencia provoca que antes de acabar un proyecto ya tenga que arrancar el siguiente. “La única manera de fidelizar al consumidor es continuar buscando cómo debemos hacerle propuestas de valor para que se fidelice a nuestras marcas”. En esta línea, el responsable se detiene en el Proyecto Ingredientes Naturales, impulsado por CAPSA FOOD hace más de cuatro años para dar lugar a productos 100% naturales. Hoy, el 98% de su cartera de productos no tiene E-s, ni aditivos, ni conservantes.

Valores con los que el consumidor parece sentirse cada vez más cómodo e implicado. Todos podemos estar mejor informados; solo hay que proponérselo, y el nivel de compromiso para conocer mejor las fases previas de los productos que nos llevamos a la boca son hábitos que han dejado de ser una práctica minoritaria. Iglesias incluye en la ecuación el origen de la leche y el trabajo de los ganaderos y propietarios con los que trabajan, “que nos ofrecen una materia prima de calidad” a la que hay que unir “la elaboración de productos con ingredientes totalmente naturales, nutricionalmente saludables y con el mejor sabor”. El directivo añade otra clave: la honestidad. “En un ejercicio de transparencia absoluto, hemos llevado las etiquetas al frente para que nuestros consumidores puedan ver de forma clara los ingredientes con los que elaboramos nuestros productos”.

                    

Se acerca el final de 2018, tiempo de balances. “El ritmo de innovaciones de este año ha sido elevado”. Iglesias se refiere a la docena de productos que han lanzado al mercado en estos meses (y alguno pendiente de salir a escena) y, puestos a elegir, junto a la nueva Leche Fresca, cree que la Leche Suprema es una muestra donde se dan cita todos los esfuerzos y la estrategia de vanguardia que ponen a carburar la maquinaria de la empresa: “Materia prima de calidad, naturalidad, nutricionalmente superior con 25% más de proteína, un 50% del calcio y el 100% de la vitamina D que necesitamos diariamente, sin lactosa y sin grasa”.

Como la tierra tira, el directivo no pierde la ocasión para mostrarse “muy satisfecho” con los nuevos yogures de Sidra, Casadielles y Arroz con Leche y también con la gama de quesos Asturianos, El Maestro Quesero de cuatro D.O. Asturianas: Cabrales, Morcin, Casin, Los Beyos y Vidiago. Intentamos sin mucho éxito que Iglesias nos adelante alguna exclusiva disruptiva de cara al próximo año, pero el directivo sí avanza que, muy pronto, y dentro de la marca LARSA, lanzarán una leche con castañas como una consecuencia tangible de los citados “Premios Innovación a la Alimentación Saludable”.

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