Primero fue el síndrome de la cabaña, después el de la cara vacía y más tarde el del hambre de piel. En esta particular y novedosa cronología de los efectos de la pandemia sobre nuestro comportamiento, el psicoanalista y profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), José Ramón Ubieto, se detiene ahora en el ‘eslabón’ más reciente de la cadena, la hafefobia, el miedo a tocar o ser tocado. “Las vacunas curarán el contagio vírico y sus consecuencias sanitarias, pero no nos inoculan frente al miedo al otro, que seguirá por más tiempo y que, además, será explotado, como ya lo ha sido, por discursos políticos racistas”, explica Ubieto a este diario.
Para vencerlo, el experto llama al necesario coraje de cada uno de nosotros, pero también de los líderes, para soportar el tiempo de recuperación que necesitaremos. “Precisaremos además de información clara sobre la realidad pos-COVID: qué cambios -en educación, salud y trabajo- nos esperan, unos buenos y otros con pérdidas. Engañarnos en este punto sería lo peor”, añade José Ramón Ubieto. El psicoanalista detalla este periodo en su próximo libro, ‘El mundo pos-COVID. Entre la presencia y lo virtual’ (Ned Ediciones).
Sindemia
Y es que, tras diez meses de pesadilla, el profesor de la UOC se declara fiel a la tesis de Richard Horton, editor jefe de The Lancet, que prefiere hablar de sindemia en lugar de pandemia. “No se trata solo de una emergencia médica, sino de un tipo de pandemia social, reveladora de otros problemas existentes en nuestra sociedad”. Desigualdades, brecha digital, olvido en el cuidado de personas vulnerables o falta de recursos sanitarios exponen, a juicio de Ubieto, que, en lo sucesivo, “el sufrimiento mental será importante por la acumulación de pérdidas y de incertidumbres; ese malestar se unirá a nuevas pérdidas familiares, sociales o laborales”.
En este sentido, José Ramón Ubieto señala que los problemas que tienen más probabilidades de perdurar en el largo plazo son los aspectos depresivos, ligados fundamentalmente a los duelos. Les sigue la angustia “como manifestación de desorientación e inquietud”. Ésta puede expresarse en forma de insomnio, pánico o miedo. “Persistirá hasta que cada afectado recupere sus coordenadas y cierto control de la situación”.
Volver a lo esencial
La vacunación supone el principio del fin de una travesía que seguro se prolongará hasta el verano. ¿Y después? “Cuando las circunstancias lo permitan nos daremos todas las alegrías posibles; las que toquen y las pendientes”. Pese a todo, Ubieto llama a mantener los pies en la tierra y los ojos abiertos. “Sin ánimo de ser aguafiestas, tenemos que ser conscientes de que, junto a los motivos para la ilusión, se darán situaciones complicadas”. A las secuelas psicológicas y físicas de la pandemia, el psicoanalista suma el cierre de empresas, el paro elevado o los problemas de vivienda.
“Será un tiempo primero de explosión y luego de reajuste de expectativas. Revisaremos lo que es esencial en nuestras vidas, cambiando seguro algunas prioridades, eliminando algunas prácticas (viajes prescindibles) y potenciando cierta vida social más próxima y local”, concluye José Ramón Ubieto.
1 comentario en «José Ramón Ubieto y el mundo pos-COVID: de la explosión de júbilo al reajuste de expectativas»
És necessari obrir espectatives per seguir endavant previnguts de les possibles través que cal reconèixer. Gràcies