La revolución de la inteligencia artificial hizo su irrupción en los ordenadores en buena parte de la población mundial el pasado noviembre, con el acceso público del ChatGPT de Open IA, que llevó a los ciudadanos un modelo de lenguaje generativo del cual todavía se evalúan sus implicaciones.
No obstante, la IA en realidad lleva interactuando con las personas desde mucho antes, a través de las aplicaciones en sus móviles, en los filtros de fotografías y en distintas plataformas que utilizan en la vida diaria. Los expertos de Globant, empresa global de soluciones digitales nacida en Argentina, advierten de que es necesario “alfabetizar” a los usuarios sobre los alcances de estas herramientas, tanto de las ventajas que proporciona para las empresas como también de las consecuencias de su mal uso.
“ChatGPT es solo la punta del iceberg”, afirma Juan José López, jefe de Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial en Globant, durante un desayuno organizado el pasado martes en la sede de la compañía. “Los modelos generativos como este o los de difusión son lo que miramos, porque un millón de personas en menos de una semana empezó a usarlos y habla de ellos. Pero hay modelos anteriores, que ya estaban aquí, que no tienen la misma salida, pero que son más simples y agrupaban todo esto”, explica.
La plataforma de generación de lenguaje de Open AI carece de una ventaja que otros modelos como de deep learning o shallow sí tienen para los negocios y que son el concepto simbólico de la temporalidad, explica el experto. “[El ChatGPT] tiene la idea de secuencia de palabras, pero no de una serie de tiempo. Entonces, los modelos estadísticos y de regresión son mucho más potentes. Si yo tengo una tabla de datos y quiero empezar a entender relaciones, hay herramientas que usan el machine learning que son más efectivas. Cuál es el que debo de usar, ahí viene el criterio y la experiencia que nosotros tenemos”, explica.
La inteligencia artificial en los negocios
Estos modelos son usados por las empresas para optimizar sus procesos, mejorar las experiencias de los usuarios en sus plataformas e incluso hacer más eficiente el trabajo de los equipos de tecnologías de la información de las compañías. Globant implementa estas herramientas IA asimismo en un joint venture con LaLiga Tech.
Gonzalo Zarza, director de datos en LaLiga Tech, explica que la prioridad del proyecto es crear soluciones para mejorar la experiencia de los fans. “Tratamos de juntar la experiencia de entretenimiento que tiene La Liga con las capacidades tecnológicas que tiene Globant, con el conocimiento de los centros de innovación, y aplicarlo en espacios de interacción. Un ejemplo son los estadios inteligentes, que en Estados Unidos ya se están desarrollando y que entre otras cosas tienen pantallas en los asientos”, explica.
Otra aplicación de los modelos de IA que se aplican en este proyecto son los usos de datos e información en tiempo real sobre el rendimiento de los jugadores aprovechando las cámaras que hay en los estadios. Con esto, buscan mejorar la capacidad y el nivel competencia de los deportistas al proporcionar el análisis de datos tanto a los equipos como a los entrenadores y asistentes.
Las soluciones de Globnt se basan en plataformas que usan diversos modelos de IA que potencian distintas áreas para las empresas. Desde la medición de sostenibilidad hasta la visualización del testeo de datos. No obstante, Fede Cosentino, Responsable de Productos de Plataformas para Europa en Globant X, explica que la plataforma que mejora la eficiencia en los procesos digitales a través de la automatización del desarrollo código (Low-Code), Genexus, ha significado un gran avance para los arquitectos de aplicaciones y desarrolladores de TI en las empresas, sobre todo de aquellas que buscan crear “superapps” para mejorar su negocio.
“Hay determinadas compañías que están yendo hacia esa tendencia de generar esa superapp, que buscan crear un mayor control al tener una app única que genera un valor agregado”, detalla.
Los retos y riesgos de la IA en la sociedad
Como toda tecnología que irrumpe en la vida diaria de las personas, la inteligencia artificial puede y está trayendo ya riesgos que afectan varias esferas de la sociedad, como la política, la cultural o incluso la racial. Sobre esto, Juan José López, expone que existen puntos a los que, tanto usuarios como compañías desarrolladoras, deben de estar atentos. “El uso de IA tiene implicaciones éticas, por ejemplo, añade sesgos de clases protegidas, también limita el acceso de la información a las personas mediante burbujas de información o aumenta las diferencias de poder entre ciertos grupos. Hay que tenerlas en cuanta al desarrollar la IA”.
Como ejemplos señala los identificadores visuales que usan los cuerpos de policía en el mundo para rastrear sospechosos y que en muchos casos llegan a tener sesgos raciales, o los algoritmos que recomponen la fotografía de una persona, que tienden a componer las características faciales con modelos caucásicos.
El riesgo que más destacan los expertos de Globant es el de la desinformación y el de las burbujas tecnológicas. La IA generativa tiende a “alucinar” información en muchos casos y arroja datos o hechos incorrectos a los usuarios. Asimismo, los asistentes virtuales que interactúan con las personas basándose en sus preferencias pueden terminar sustituyendo el contacto social o aislando a los internautas en la web o en el mundo real.
López, por tanto, aboga por hacer siempre verificación de la información que se encuentra en línea o que arroja una IA generativa como ChatGPT, así como, por dar una orientación a esta tecnología para que su foco principal sea mejorar la vida de los ciudadanos y no buscar el simple rédito económico. “El peligro es, como con cualquier herramienta, el uso que el ser humano pueda darle”, concluye.
