“Ha sido un buen año para Accenture en España”. Juan Pedro Moreno, presidente de la compañía, se refería así a las ‘notas de fin de curso’ y a los 1.151 millones facturados en el mercado español en el periodo comprendido entre septiembre de 2018 y agosto de 2019. “Pero más que por volumen, la mejor forma de convencer a los clientes de la necesidad de transformarse es explicándoles lo que nos ha pasado a nosotros”. Un “giro inteligente” desgranado por Moreno en un encuentro con medios previo a la habitual ‘Accenture Digital Conference’, que este año celebraba su sexta edición.
“Hemos empezado por la transformación interna”, afirmaba el directivo en alusión a cómo más del 90 % de la infraestructura tecnológica de Accenture ya está en la nube o a que más de un 60% del software utilizado sea software as a service. Por otro lado, la competitividad obliga a llegar a cotas donde solo es posible escalar con nuevos refuerzos. Es por ello que Accenture ha incorporado a la agencia de marketing y publicidad Shackleton; a Pragsis Bidoop, empresa especializada en Big Data e ingeniería de datos, o a la consultora INSITUM.
Entre las áreas de actividad principales en España, Moreno ha destacado que, al igual que sucede a escala global, más del 64 % del negocio generado está vinculado a tecnologías digitales, cloud computing y ciberseguridad. Terrenos que exploran junto a la gran empresa –el 86 % del IBEX-35 está su cartera- pero también con una creciente aproximación al tejido pyme-micropyme, pese a que, como recordaba Moreno, las pequeñas españolas inviertan cuatro veces menos en innovación que sus ‘homólogas’ alemanas.
La expansión de Accenture en España ha ganado además en efectivos tangibles con la apertura de centros fuertes en tecnologías concretas. En Bilbao, la compañía puso en marcha el centro de Industria X.0 que ya cuenta con más de 100 clientes. “Su vocación es europea –apuntaba Moreno- pero no es casual que esté en Euskadi, por tradición industrial, y por la voluntad del Gobierno Vasco para que las empresas compitan en calidad además de en precio”. El centro también aspira a convertirse en un enclave de primer nivel de formación en ciberseguridad.
Con un esquema similar, pero distinto expertise, en primavera abría sus puertas en Alicante el Centro de Tecnologías Avanzadas Pierre Nanterme (bautizado así en homenaje al que fuera CEO de Accenture, fallecido recientemente). Especializado en las conocidas como tecnologías dark –blockchain, inteligencia artificial, quantum computing, realidad aumentada- nacía con la pretensión de capitanear un hub en la zona. “¿Por qué Alicante o Málaga no pueden convertirse en el Silicon Valley del Mediterráneo?”, cuestionaba el presidente de Accenture España.
Esta estrategia descentralizada responde, según Moreno, al compromiso social de Accenture. “Queremos fomentar que el crecimiento sea equilibrado y sostenible. Dar la oportunidad a otras ciudades que, con talento de calidad y buenas universidades, pueden convertirse en polos de tracción”. Bajo este prisma, Accenture ha apostado por el apoyo a la Formación Profesional (intervienen en 130 institutos de F.P. en los que se ha formado un 20 % de sus empleados). “La transformación debe ser para todos, no para unos pocos privilegiados”.
Con la COP25 marcando aún las agendas de empresas y administraciones, Moreno ha recordado la intención de Accenture de alinearse con el negocio responsable. “Somos sensibles a explicar qué hacemos, cómo lo hacemos y con qué propósito”. Es aquí donde el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible no es opcional. “Nuestra fuerza está en lograr que los clientes abracen los ODS en sus procesos de transformación”. En 2018, el proyecto “Juntos por el empleo de los más vulnerables”, presentado por la Fundación Accenture, fue galardonado en la I Edición de los Reconocimientos go!ODS por su contribución al ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico.
Lo próximo
Tras un periodo intensivo en inversiones, Moreno admitía que en 2020 toca ver resultados. “Es lo que esperamos tanto nosotros como los clientes. Seguiremos creando valor junto a ellos. Lo haremos con tecnología, capacidad y operaciones. Consolidaremos la formación y estaremos atentos a nuevas adquisiciones”.
El directivo ha dedicado una mención especial a los datos, un activo alrededor del que Accenture quiere crecer. No es casual que un 10 % del total de data scientist de la compañía sean españoles. “España es una potencia en este campo, sobre todo la Universidad de Oviedo (donde Accenture tiene la cátedra de Inteligencia Artificial Avanzada). No basta con tener datos. Acumularlos cuesta dinero y reputación. Hay que utilizarlos de manera responsable y transparente. Todas las compañías deberíamos tener un decálogo que explicara cómo y para qué los usamos. Necesitamos asegurarnos que son buenos datos y generar ideas con ellos, por lo que hay que disponer de talento a su alrededor”.
Apostar decididamente por el big data, la inteligencia artificial o el cloud; redefinir desde cero los costes, potenciar las habilidades más humanas en la convivencia con la robótica… Accenture tiene la receta para que sus clientes sean más competitivos “ahora que ya nos encontramos en la era postdigital”. Un tiempo disruptivo en el que Moreno llamaba a no perder el norte. “No seremos mejores por añadir más tecnologías sobre las existentes. Eso no genera crecimiento. Tenemos que ser capaces de vender más y mejor sin despreciar lo viejo. La mejora llega con la diferenciación y de nada sirve desplegar tecnología sin transformar el talento”.