Los smart toys españoles no solo generarán valor a las empresas que los produzcan sino que serán capaces de competir en el mercado global. Esta es una de las principales conclusiones del proyecto Cloud4toys, liderado por AIJU, que busca incorporar nuevas tecnologías digitales al sector y convertir a su vez a los juguetes en una fuente de datos que permita conocer patrones en tiempo real para mejorarlos tecnológicamente.
Como ha destacado José Carlos Sola, técnico responsable de este proyecto, los nuevos juguetes no eclipsarán a los existentes, sino que ambos convivirán. «Los juguetes tradicionales se complementarán con las nuevas tecnologías, de forma que interactuando con el juguete físico el usuario pueda jugar al juego virtual en la tablet o smartphone”. Otra de las ventajas del proyecto será la posibilidad de extraer datos de comportamiento de los usuarios que ayuden a los expertos a conocer nuevas tendencias, en cuanto a cambios de hábitos, conductas y evolución infantil en tiempo real. En este sentido, y como ha hecho hincapié AIJU, la recogida de datos se producirá siempre bajo los parámetros de un entorno controlado y seguro y regido por la actual legislación.
Por otro lado, AIJU está desarrollando de forma paralela una plataforma en la nube que permita introducir el Big Data que recogerán estos juguetes inteligente y analizar el comportamiento del usuario, la interacción de los juguetes e incluso el proceso de producción. «Esto es especialmente interesante para las empresas del sector, ya que podrán crear juguetes personalizados y fomentar la industria juguetera adaptada al entorno 4.0», ha apuntado Sola.
En fase de testeo
Cloud4 Toys, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), consta de varias fases como la definición y desarrollo de la plataforma Cloud, la generación de una plataforma de smart toys, la potenciación de la integración de componentes electrónicos low cost en juguetes tradicionales o la incorporación de la conectividad de los componentes electrónicos con Tablets. «Es importante saber cómo interactúa el usuario con el juguete», comenta Sola, para quien el proyecto permitirá «no solo poder personalizar y adaptar los juguetes a los niños, sino a diferentes países y culturas”.