Julio Trevejo, director general de Altim

Julio Trevejo, director general de Altim

Ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Madrid, Julio Trevejo comenzó su andadura profesional en el año 96 en una compañía emergente en el mundo SAP: Sola & Asociados. Esta firma, en la que ejerció labores de consultoría, jefatura y dirección de proyectos de tecnología, fue adquirida el año 1999 por Debis IT Services, la división IT de Mercedes Benz con sede en Alemania y una alta especialización en manufacturing. Esto le permitió orientar su conocimiento a aportar soluciones en empresas españolas, especialmente en el mundo de la ingeniería y fabricación discreta. Un tiempo después, Debis IT Services fue adquirido por Deutsche Telekom, donde ocupó el puesto de Responsable de Industria. 

En 2001 abandonó la compañía y fundó Altim. El objetivo era continuar llevando soluciones a empresas de ingeniería o que tuvieran en su cadena de valor ingeniería de producto. A lo largo de estos 15 años, con Trevejo dirigiendo la compañía, su portafolio ha crecido enormemente, consolidándose como consultora tecnológica española 100% SAP y líder en el apoyo a la transformación digital.

1. A lo largo de su trayectoria profesional, ¿qué decisión ha tomado que haya tenido como consecuencia un mayor grado de innovación?

Sin lugar a dudas, el paso a SAP HANA y S/4HANA. Se trata no solo de una tecnología revolucionaria, sino de una nueva forma de enfocar el negocio de una compañía; tanto desde el punto de vista de la toma de decisiones como de la posibilidad de crear nuevos modelos de negocio antes impensables. Verdaderamente, gracias a esta nueva tecnología, podemos hablar de ‘empresas inteligentes’.

Al tratarse de un cambio tan grande, debe ser abordado de forma progresiva para que las personas tengan tiempo de asimilarlo y sacar así el máximo provecho. De esta manera, las empresas se hacen más competitivas.

Para poder llevar estas potentes herramientas a nuestros clientes, primero han de ser bien dominadas por nuestros consultores, que ahora, más que nunca, deben también conocer a fondo los procesos de negocio en los que se aplica.

2. ¿Cuáles son las claves para culminar con éxito un proceso innovador?

En nuestro sector son las personas. La velocidad de cambio tecnológico e innovación es vertiginosa, va muy por delante de las capacidades de adopción. Por eso, educar, capacitar e incentivar la utilización es fundamental para que una innovación tecnológica no se quede en un mero triunfo de laboratorio.

3. Tres consejos para quienes estén dispuestos a abordar cambios, acciones o procesos innovadores en su empresa o entorno.

En primer lugar, para transmitir la urgencia, echaría mano de esa frase de Albert Einstein que dice que “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Con lo cual, el cambio es ineludible, y cuanto más tarde se acometa, peor.

En segundo lugar, valentía y perseverancia, para que, una vez dado el paso, las dificultades que seguro acontecen sean superadas.

Y por último, contar con las personas adecuadas en el equipo impulsor del cambio. Un grupo que realmente crea en el proyecto que acelere y simplifique la gestión del cambio.

4. ¿Cuál es, a su juicio, la mayor innovación que ha tenido lugar en los últimos 50 años en todos los ámbitos?

Según Wikipedia, los orígenes de internet se remontan a 1969, con lo que el próximo año cumple 50. Para mí es, sin duda, la mayor innovación que hemos vivido en este último medio siglo. No hace falta enumerar las bondades y posibilidades ilimitadas que nos ha abierto y unido, además, a la mejora de las comunicaciones: la hiperconectividad. Todavía estamos empezando a descubrir las opciones que se nos ofrecen tanto a nivel profesional como en el personal y social.

El límite estará en la capacidad del ser humano para utilizar estas herramientas en una dirección adecuada.

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