La entrada de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, el Big Data o la robótica podrían cambiar considerablemente el futuro de la comida a domicilio. De hecho, Patrik Bergareche, director general de Just Eat España, no habla de hipótesis sino de "una posibilidad cada vez más real". La compañía trabaja en la implantación de un robot autónomo de reparto, al que han llamado Yape, capaz de transportar hasta 70 kg.
Según datos de la Robotics Industry Association (RIA), las ventas mundiales de robots han aumentado paulatinamente durante los últimos años. En alimentación, 2018 logró la mayor evolución del sector con un aumento del 41% respecto al año anterior. También prevé esta tendencia el estudio ‘Global Autonomous Delivery Robots Market’, elaborado por diferentes empresas de robótica (Carbon Robotics, Anybot, Autonomous Solutions, Starship Technology, Aethon, 3D Robotics, entre otras) en el que se explica que el negocio de vehículos autónomos de reparto crecerá un 16% entre 2019 y 2025.
"Los usuarios quieren nuevas experiencias", asegura Bergareche, que revela que uno de los secretos del éxito de Just Eat es el Big Data. "Enfocamos esta tecnología a la experiencia del usuario y la personalización", apunta. Una encuesta realizada en redes sociales por la misma Just Eat destaca que al 59% de los usuarios les gustaría que su pedido lo trajese un robot, lo que confirma que el camino que tomó la compañía en 2016 al plantear una prueba piloto en Londres iba por sendero correcto.
Por aquel entonces, los robots llevaban la comida hasta el domicilio del destinatario, al que enviaban una notificación dos minutos antes de llegar, y otra en el momento en que estaban frente a la puerta. El robot solo podía ser desbloqueado con un código de acceso que los clientes recibían junto con el pedido. Actualmente, Just Eat continúa mejorando las prestaciones de Yape.
Por el momento se mueve a partir de un motor eléctrico que "está plenamente alineado con la idea de movilidad sostenible que busca Just Eat", recalca Bergareche. Para garantizar la entrega, el dispositivo emplea un sistema de sensores y cámaras de vídeo que le permiten evitar los obstáculos que se puede encontrar, conocer el estado de los semáforos o del tráfico. Una sola carga de sus baterías le permiten una autonomía de hasta 80 kilómetros.
Por otro lado, ante los rumores de que el robot podría suponer el fin de los riders, Bergareche zanja el debate: "la previsión no es que en un futuro los robots sustituyan el trabajo que realizan los repartidores, sino que se podrían utilizar para dar apoyo en las horas punta cuando los restaurantes estén desbordados de pedidos".
Inversión en Big Data
Desde el punto de vista de los restaurantes, "las innovaciones en Big Data nos permiten ser asesores [de los restaurantes] y ayudarles a que tomen mejores decisiones a través de los datos", agrega Bergareche. No solo en este 2020, sino a largo plazo, la compañía seguirá centrada en invertir en nuevas tecnologías para mejorar la experiencia de usuario, tanto desde el móvil como desde la web. "La tecnología está en el corazón de todo lo que hacemos en Just Eat. Siempre estamos buscando maneras de ayudar a nuestros socios (los restaurantes) a crecer y asegurar que el usuario tenga una experiencia excelente cada vez que hace un pedido", concluye el director general en España.