En verano del 2018 empezó a funcionar Kenjo, una compañía dedicada a los recursos humanos que hace uso de la tecnología y la innovación para mejorar los procesos del sector. Para ello, han creado una plataforma “todo en uno” dirigido a compañías con un máximo de 500 trabajadores en la que simplifican todos los procesos relacionados con la gestión del capital humano.
David Padilla, CEO y fundador de Kenjo, cuenta que ya tenía experiencia montando empresas y en la gestión de recursos humanos. “Hubo un momento de mi vida en el que me di cuenta que podía combinar las dos cosas. A mí siempre me ha apasionado la gestión de personas desde que me convertí en manager y me hizo empaparme de todos los procesos de selección”, explica.
Su visión de convertir Kenjo en una plataforma sencilla y rápida de implementar -entre tres y cinco semanas- ha sido la que les ha llevado al éxito. Para ello, cuentan con tres grandes bloques: primero el core, la gestión de datos de los empleados, el control horario, vacaciones y ausencias… todo lo que vendría a ser el módulo central; segundo el proceso de selección y la digitalización, poder tomar decisiones con datos, y tercero la gestión de desempeño y evaluaciones de desempeño, ya que cada cierto tiempo se requiere de un feedback.
Funcionamiento de la plataforma de Kenjo
En ese primer bloque destaca el control horario, por ejemplo, ya que es obligatorio que todos los empleados fichen. Tienen una plataforma tecnológica, pero es como si se mantuviera el papel, haya que rellenarlo día a día y firmarlo. “Nosotros lo hacemos en digital -indica Padilla- y damos la posibilidad de hacerlo en remoto -tanto móvil como ordenador-, así como la gestión de vacaciones y ausencias. La gestión documental también es importante. Y destaco que todo está conectado con la nómina, que tiene mucho que ver con lo que llevamos a cabo. Impacta en la nómina todo lo que se hace y se pueden ver todos los cambios que suceden, con menos errores”.
Hacer un proceso de selección humano con muchos puntos de contacto, señala Padilla, parece reñido con la digitalización, pero es justo lo contrario. Ayuda a tener más tiempo para dedicarlo a los candidatos que realmente importan. “Al comienzo del proceso está la oferta, que con la plataforma de Kenjo tiene mayor difusión: que se llegue a la página de empleo, muy sencilla, con cultura empresarial y, a partir de ahí, empezar a suscribir las ofertas”.
De este modo, una vez rellenado el formulario, se entra en la plataforma. “Se recibe la candidatura, y se conforma a ambas partes que han llegado al acuerdo. Luego, el conocimiento que se va recopilando durante el proceso es amplio. Si no tienes una plataforma para coordinar hay que llamar por teléfono, por email, etcétera. Pero nuestro sistema se encarga de mandar notificaciones”.
Y una de las partes más importantes también es la puntuación del candidato. “Cuando va progresando, nosotros permitimos que el entrevistado vaya saliendo en base a los criterios establecidos por el cliente. Si han entrado 50 y al final quedan seis o siete, se puede ver el encaje de esa candidatura y lo que requiere el puesto. Hay una menor intuición en la elección”.
Por último, la evaluación de desempeño da la posibilidad de enviar una encuesta recurrente para saber cómo va todo. De hecho, Padilla recomienda una frecuencia de entre una cada dos semanas o una vez al mes. “Nos da una serie de datos, como nivel de compromiso, desglose de los puntos fuertes de la cultura empresarial, condiciones de ambientes de trabajo, feedback, temas de salud mental”. Del mismo modo, esta herramienta está asociada a la parte del feedback anónimo para informar de cualquier tema.
Futuro de la digitalización
Ahora trabajan con más de 500 empresas de forma activa, donde gestionan unos 20.000 empleados. Clientes como Jaguar, porque trabajan con muchas subsidiarias. O con filiales de Dominos Pizza en Alemania, su principal bastión -ya que Padilla, aunque español, reside allí-.
“Es supercurioso -confiesa el CEO de Kenjo. Este tipo de empresas, entre pequeñas y medianas, son escépticas y les cuesta dar el salto. Luego están encantadas. Nos hacen llegar cómo puede haber otras funcionalidades y me gusta ver cómo al cliente, antes de dar el salto, le cuesta digitalizarse, pero después descubre un mundo nuevo y está muy activos”.
Cuando cierran un nuevo cliente no les dan la herramienta “y ya está”, sino que tienen un proceso de acompañamiento, complejidad y plataforma de la empresa y todos los empleados tienen el login. Cuando todo está perfecto se sigue el proceso de acompañamiento para ver cómo va todo, cómo va cambiando el negocio y poder adaptarlo, etcétera.
Ahora mismo, Kenjo se encuentra en pleno proceso de expansión internacional: Alemania y España principalmente, y están dando salto a Latinoamérica, estableciendo una base en México. “Igual que la plataforma ha salido por parte de los clientes que quieren soporte local en según qué lugares. Por ello, nuestro objetivo es duplicar el doble de clientes a finales de año, duplicar la plantilla y llegar a los 100 empleados”.