“Algunos profesores nos dicen que han aprendido más con nuestros cursos que en toda la carrera”. Christian Andrades y Laura Caldas llevan desde 2015 divulgando y poniendo a disposición de sus followers en redes sociales recursos didácticos. “Teníamos una comunidad estable. El antes y el después vino del mensaje de una usuaria, interesada en descargar y comprar todos los materiales que habíamos publicado hasta la fecha”. Así nació Kumubox (unión de kumu, que significa profesor en hawaiano, y caja), “el lugar donde los profesores pueden encontrar todo lo que necesiten”, explica Andrades a este periódico.
La plataforma terminó de configurarse en 2020. Durante el confinamiento, la biblioteca de recursos didácticos descargables, “todos ellos muy lúdicos y manipulativos”, perdió sentido con la aulas cerradas. “Es entonces cuando pudimos aplicar toda la experiencia acumulada en competencias digitales y en la creación de recursos educativos con nuevas tecnologías”, añade el cofundador y CEO de la startup.
El crecimiento de la plataforma ha sido orgánico. “Comenzamos impartiendo formaciones gratuitas online donde reuníamos a más de 3.000 personas. A partir de ahí, nacen los primeros cursos y los materiales se multiplican”. Actualmente, Kumubox ha ayudado a más de 63.000 docentes (a los que conocen como Kumunautas) y acumula más de 60.000 seguidores en redes. Los suscriptores pueden acceder a materiales nuevos todos los meses (el catálogo suma 63 cursos y más de 1.000 recursos didácticos) y seguir los habituales webinars. “En todo momento tenemos en cuenta la opinión de los usuarios a la hora de incorporar novedades”, indica Andrades.
«No hemos hecho otra cosa que escuchar a los docentes»
Creatividad y diseño, metodología e innovación, educación emocional y especializada, motivación y gestión del aula… los asuntos que se mueven en la plataforma responden a las demandas del docente y son generados por personal experto según la temática. “Existe mucha formación para docentes. Las propias administraciones públicas invierten en ello para que sean gratuitas pero, en el fondo, resultan poco prácticas. Un docente no precisa saber toda la parte teórica de una actividad educativa de carácter interactivo, sino contar con alguien que le indique los pasos a seguir”.
Gracias a la Kumubox, los usuarios viven en permanente ‘actualización’. “La docencia está en constante cambio. Su avance no se detiene. Quizá, de un día para otro, un docente necesita conocer cómo usar Canva, entender la aplicabilidad de Chat GPT en el aula o adquirir nociones básicas para tratar y derivar a alumnos con TEA. Nos gusta definirnos como el Netflix de la enseñanza: a veces necesitas una comedia, y otras prefieres una serie de acción, pero el catálogo siempre está ahí, disponible al completo”.
Christian Andrades señala que el mercado los ha recibido de manera “muy positiva”. Y añade: “Valoran el enfoque práctico de nuestra formación. Lo básico es escuchar. No hemos hecho más que eso y ‘acatar’ las órdenes de los usuarios huyendo de los mecanismos formales. Me paso el día charlando con los Kumunautas en redes sociales. A veces nos piden que añadamos contenidos específicos. Otras, plantean dudas más técnicas. Así conocemos de primera mano sus necesidades reales”.
Llegar a los colegios
A día de hoy, casi el 100 % de sus usuarios son docentes que pagan de su bolsillo los servicios de la plataforma. Apenas 15 centros educativos han adquirido una licencia para sus profesores, una opción que, según Andrades, debería ser mucho más habitual. “Los centros aún tienen cierto miedo a este tipo de iniciativas. Están más acostumbrados a pagar a una empresa que imparta una formación presencial cuando podrían disponer de una plataforma con un sinfín de recursos siempre a mano”.
El experto cree que la educación online ha evolucionado favorablemente, pero que aún queda mucho por mejorar. “Este año tenemos la intención de trabajar el puerta a puerta en los centros. Hemos detectado que se nos escapa un público objetivo de Kumubox que no es habitual de las redes sociales ni de los entornos digitales. Llevaremos a cabo formaciones presenciales y eventos para llegar a más gente”.
En paralelo, junto a los nuevos cursos, pondrán el foco en la mejora de la plataforma. “Estamos transcribiendo todos los recursos disponibles a fin de crear un chat de IA que ayude al usuario a acceder de un modo mucho más directo a aquello que necesita”. En esta misma línea, Kumubox ha implementado un software específico vinculado a recursos y materiales didácticos adaptados a las exigencias de la LOMLOE.
Ser parte de La Nave
Kumubox es una de las empresas que formarán parte del 6º Programa de aceleración de La Nave, centro de innovación del Ayuntamiento de Madrid. La startup también ha ganado el primer Demo Day del año, celebrado junto a otros proyectos que están desarrollando soluciones innovadoras para el sector educativo.
“Decimos intentar ser parte de La Nave después de leer lo bien que les había ido a otros emprendedores y emprendedoras. Necesitábamos dar un paso más y completar los procesos de manera más estructurada. En La Nave nos están ayudando a conseguirlo desde el primer día. Su equipo es de primer nivel y siempre está disponible. Es muy positivo que nos obliguen a hacer determinadas cosas –un buen pitch, determinadas formaciones, una sesión de fotos oficiales- para las que no encontrábamos tiempo. Ya nos han facilitado reuniones claves y nos plantean asuntos importantes para el proyecto que habíamos obviado”, concluye Christian Andrades.