Al final del día, aunque no nos hayamos dado cuenta, respiramos componentes contaminantes procedentes de químicos, del tráfico, de industrias, de las calefacciones. Pese a que en algunas ciudades ni se note, nos llevamos a casa miles de sustancias perjudiciales para nuestro cuerpo. De una calle a otra, el nivel de contaminación puede ser completamente distinto; siempre nocivo, pero en diferentes grados. Por ello, es esencial que exista información fiable sobre la calidad del aire para poder controlar nuestras ciudades, y así diseñar políticas adecuadas que protejan nuestra salud.
A eso se dedican en la compañía Kunak, fabricante de dispositivos, software y sensores inalámbricos para cualquier sector que tenga una necesidad de recoger parámetros medioambientales. Con tecnología basada en el IoT o el cloud, esta empresa navarra controla, en tiempo real, lo que respiramos. Pone los sensores, mide la calidad del aire, y lleva los datos extraídos a la administración o empresa que lo haya contratado. De este modo, ante cualquier imprevisto, se pueden contar con información privilegiada para actuar de la manera más correcta.
Miguel Escribano, responsable de Desarrollo de Negocio, nos pone como ejemplo a la capital española: “Imagina que en Madrid los niveles de la calidad del aire son preocupantes y tienen que cerrar toda la M30. Quizá sea exagerado, por ello nuestros sensores alertarían de qué zonas son las más peligrosas. Y en tiempo real”. Además, Escribano asegura que sus sensores son de menor coste, por lo que, por el mismo precio, se puede tener toda una ciudad sensorizada, mejorando la vida del ciudadano. “Nosotros tenemos contrato con Rivas Vaciamadrid; ellos solo tenían los datos que les proporcionaba la Comunidad de la región, pero necesitaban más. Ahora tienen doce sensores que monitorizan la ciudad”. Madrid capital solo cuenta con trece.
De las ciudades a las pistas de atletismo
No todo son smarts cities y ahora, el proyecto principal de Kunak “es crecer”. Bajo esta premisa, la compañía ganó hace varios meses el concurso público de suministro sostenible de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), que estaba en plena campaña de sensibilización sobre los efectos de la contaminación atmosférica junto a la ONU. Con este contrato han logrado llevar sus dispositivos a pistas de atletismo de Argentina, Etiopía, México, Sydney, Japón y al estadio Louis II de Mónaco, aunque la cifra final de mediciones ascenderá hasta las 1.000 pistas. El objetivo: que los atletas corran en las mejores condiciones, y si no puede ser, avisarles de ello.
Esta semana, la propia ONU ha organizado una jornada sobre esta campaña de sensibilización, más global, en la que Kunak ha expuesto su caso sobre estas primeras pistas de atletismo. “Aun así, queremos crecer más. Tenemos un equipo de gran calidad y queremos seguir ayudando en la creación de un mundo más sano. Y más sostenible”.