En el mítico anuncio de Nespresso, George Clooney, con el café extraído de una cápsula en mano, pregunta su famoso: What else? (¿Qué más?). El emprendedor Rodrigo Córdoba quiso responderle: le faltaba un postre. Por eso, en 2016 surgió Tigoût, un dulce que sale recién horneado de una máquina en apenas unos minutos. “Ofrecemos la posibilidad de acceder a la mejor pastelería cuando quieran, sin ensuciar, con materias primas de chef, de hotel cinco estrellas, respetando la calidad. Las cápsulas están congeladas porque no tienen aditivos ni conservantes”, explica el fundador.
Tigoût nació en Argentina y acaba de aterrizar en España –trabajan con una fábrica de Osuna, en Sevilla–. De hecho, el artículo puede adquirirse solamente en Madrid y poblaciones de alrededor. En fase de preventa cuesta 339 euros junto a 36 cápsulas. También se puede optar por suscripciones mensuales, una de ellas de 54 euros en la que la maquinaria cuesta 1 euro.
Para disfrutar del sabor de los pasteles, el usuario solo tiene que extraer la cápsula del congelador, depositarla en unos pequeños recipientes y dejarla en un pequeño horno que mide 231 x 253 x 323 mm y pesa 6.3 kg. Posteriormente, dependiendo de cuál de las seis opciones haya elegido debe esperar entre cuatro o 12 minutos. Uno de los bizcochos es salado, de queso, y el resto son de chocolate, dulce de leche o el clásico scone inglés, aunque el empresario asegura que próximamente presentarán más sabores.
La forma del dispositivo es alargada por el recorrido que hace el producto, ya que, según Córdoba, “la pastelería es precisión”. Está congelado así que pasa por una precámara y se mueve cuando la temperatura es la adecuada. “Si te fueras de viaje a Hawaii y te dejaras tu aparato encendido volverías y estaría hecho, apagado y frío, claro”, bromea acerca de la desconexión pasados los 10 minutos. Además, se puede emparejar al móvil o al wifi.
Ahorro de tiempo
Córdoba encuentra en Tigoût un enorme ahorro de tiempo. “Mi familia y yo pasábamos jornadas elaborando todo tipo de dulces. En ese proceso, me di cuenta de que para hacer repostería se necesitan muchas horas de dedicación, pero luego desaparecen en minutos”, explica. Una mirada a su máquina de café le despertó: se le ocurrió preparar pastelería gourmet al momento a partir de cápsulas.
El disfrute es lo primordial, por ello, desde la empresa recomiendan abrir algunos dulces recién hechos con las manos. “Lo dicen los pasteleros. Cuando cocinas algo que está caliente la cuchara fría puede apelmazarlo. Si se abre con las manos se airea más”, define. Todos sus consejos tienen un objetivo, hacer que ese momento sea único: “Queremos acompañar a esos instantes de desconexión, de descanso que todos merecemos”.
La empresa prevé que sea un gagdet para tener en casa. No obstante, Córdoba enumera otros espacios. Por ejemplo, un check in en un hotel o un check out a primera hora. “Imagínense. A las seis de la mañana está la cocina cerrada, pero los huéspedes pueden tomar un dulce y un café antes de partir al aeropuerto”. Córdoba incide en eso que les hace “únicos”: “Lo que están probando está recién horneado y hace unos minutos estaba congelado”.