Cuba ofrece importantes oportunidades comerciales y de inversión a las empresas españolas, sobre todo en tres campos: el turismo y las infraestructuras alrededor de este sector; las oportunidades en materia de energía, renovables, fotovoltaicas y biomasa, y todo lo relativa al aspecto industrial.
Así lo ha señalado el vicepresidente de CEOE y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Confederación, Joaquín Gay de Montellà, en el seminario ‘La conversión de deuda de Cuba con España: oportunidades para las empresas españolas’, celebrado en la sede del ICEX. Se ha referido expresamente al municipio de Mariel como una gran realidad con logística portuaria y desarrollo industrial. Además, explicó que “para conseguir que los proyectos lleguen a buen puerto, son necesarias, como mínimo, cuatro visitas a Cuba, para presentar, escuchar, proponer y firmara el proyecto”.
Cuatro han sido las visitas que han realizado delegaciones comerciales a la isla en los últimos 18 meses, con el apoyo de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba. En opinión de Gay de Montellà, el modelo cubano “consigue atraer el inversor por su seguridad jurídica, estabilidad económica y la predictibilidad de su Gobierno, parámetros necesarios para la actividad empresarial”.
Relaciones económicas
Datos del ICEX indican que España es, en la actualidad, el tercer país proveedor de Cuba, con un crecimiento de las exportaciones del 38 por ciento en 2015, y el principal inversor en sectores como el turismo, industrias varias, servicios financieros, suministro de aguas y cemento, entre otros. En 2014, según los últimos datos disponibles, la inversión española en Cuba ascendió a 329 millones de euros, con lo que se sitúa en el puesto 56 del ranking de Posición Inversora de España en el Exterior.
Por otra parte, “el proceso de apertura de la economía cubana facilita la consolidación de las relaciones económicas y comerciales bilaterales, lo que permitirá impulsar las inversiones españolas en la isla”, señalan desde la patronal. En este marco, ambos países han acordado poner en marcha dos programas de conversión de deuda por un total de 415 millones de euros, para facilitar la financiación de inversiones y proyectos que contribuyan al desarrollo de Cuba.