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La ciberseguridad: un campo en pleno desarrollo para innovar y emprender

ciberseguridad AMETIC

La gestión de riesgos es una actividad fundamental de las empresas en particular y de la economía en general, y la ciberseguridad forma parte de ello. Se trata de un sector con muchas oportunidades para innovar y emprender en el que España no lo está haciendo mal, si bien aún hay camino por recorrer. Estas han sido algunas de las ideas defendidas durante el Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones, organizado por AMETIC, en la mesa de debate titulada ‘Ciberseguridad: una oportunidad para la innovación y el emprendimiento’.

Javier Zubieta, director de marketing y comunicación GMV Secure E-Solutions, ha destacado que “ciberseguridad implica siempre calidad” y que en este sector “la innovación es algo obligatorio”. Así, “algunos de los sectores industriales más destacados, como el energético, son muy demandantes de servicios de ciberseguridad” y necesitan que sean innovadores. Sobre todo, “que predigan comportamientos anómalos”, aplicando modelos predictivos.

En su opinión, “la ciberseguridad ya tiene la relevancia que se merece” y se le da una importancia “que debería permitir desarrollar una industria española. Es un campo plagado de oportunidades” y en España “no deberíamos quedarnos atrás”. No hace falta compararse con EEUU o Israel, ha dicho, situando también a Estonia como referente internacional en el ámbito de la ciberseguridad.

También se ha referido a este país nórdico Fernando Sánchez, director del Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas (CNPIC), diciendo que si se ha convertido un referente es porque atacaron sus sistemas de seguridad y, a partir de ahí, aplicó esa experiencia para “ganar una ventaja competitiva”. Y a continuación ha advertido: si hoy día ‘tumban’ los sistemas a un país como España, “estaríamos muchísimo peor”.

Otra de las advertencias que ha hecho Sánchez está relacionada con la que ha denominado “cara B de las smart cities”. Ofrecen grandes oportunidades, pero siempre que los sistemas funcionen porque si no, “nos lo tiran todo abajo”. Es por ello que “al igual que hoy día nadie concibe un vehículo sin cinturón de seguridad, la ciberseguridad debe ser una ventaja competitiva para las empresas”. Una protección que no sólo actúe a posteriori, sino también de forma predictiva ya que proteger una compañía “tiene un componente físico, otro cibernético y otro desde el diseño. Si se hace bien el diseño de un componente que ofrece un servicio esencial, nos ahorraríamos muchísimo dinero”.

Finalmente Alberto Hernández, director general del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), ha recordado que España fue uno de los países más atacados por el ransomware WannaCry en 2017 y el primero en sufrirlo, pero en porcentaje de infecciones, “somos el número 20”. Esto, a su juicio, demuestra que “se hicieron muchas cosas bien”, entre ellas el trabajo conjunto de las administraciones públicas y las empresas.

Asimismo, Hernández ha resaltado que “está creciendo la demanda un 13% pero se puede hacer más” a nivel regulatorio y de concienciación. Es un sector que mueve en torno a 80.000-90.000 millones de euros al año y “sería muy interesante participar de este mercado internacional”. Pero a nivel de costes es difícil competir y por eso hay que “competir en valor”, ofreciendo un producto mejor. En este sentido, cree necesario innovar y trabajar en dos aspectos: transferencia tecnológica hacia las empresas y ver cómo desde el ámbito público puede impulsarse esa I+D+i que necesita la ciberseguridad.

Finalmente, el director general de INCIBE ha identificado los miles de millones de dispositivos conectados que habrá en un futuro próximo como una grave amenaza a nivel de ciberseguridad de la que ya se han visto los primeros síntomas de ello. Por ejemplo ha explicado cómo, recientemente, en EEUU una debilidad en el diseño de un modelo de marcapasos puso en peligro la salud de los pacientes que lo utilizaban.