María Blasco dirige desde 2011 el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Es una de las pocas mujeres que están al frente de un centro de relevancia internacional. Su trabajo se centra en los telómeros, unas estructuras situadas al final de los cromosomas que, a modo de reloj biológico, determinan nuestra edad con más precisión que la fecha de nacimiento.
Estudió Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid, donde empezó a trabajar en el prestigioso laboratorio de Margarita Salas. Luego fue a «la meca de la biología molecular», Cold Spring Harbor. Allí se codeó con premios Nobel como James Watson o Carol Greider, esta última laureada por sus estudios sobre los telómeros, en cuyo laboratorio trabajó María Blasco.
El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) que dirige ocupa la segunda posición de los centros de Cáncer de Europa y la novena posición del Mundo, según el ranking de Nature Indexno. Sin embargo, puntualiza María Blasco, "no solo es un centro de excelencia en la investigación del cáncer a nivel de descubrimientos básicos, sino que apuesta por la traslación de estos descubrimientos a aplicaciones prácticas. En los últimos cinco años el CNIO ha conseguido unos 20 millones de euros en acuerdos de codesarrollo con la Industria, incluido ser parte de las plataformas internacionales de 'Open Innovation' de Roche, Lilly y Pfizer".
El CNIO es también una prueba de que la Ciencia es rentable, como demuestran sus ingresos de regalías, que son, como explica María Blasco, "el resultado de la explotación comercial de nuestros descubrimientos con un ingreso anual medio de unos 700.000 euros, los cuales son distribuidos entre el centro, los grupos de investigación implicados y los inventores. Más de un 10% de los investigadores del CNIO son inventores de algún producto en explotación".
-Aparte de su puesto de dirección, sigue investigando. ¿Cómo se compatibilizan ambas cosas?
-La mayoría de los Directores Científicos de los centros de investigación de excelencia en nuestro país (Red de centros de Excelencia “Severo Ochoa”) o internacionales (CRICK Institute, Max Plank, Cold Spring Harbor Laboratory, Salk Institute) a su vez realizan su propia investigación. Esto es porque, de hecho, estos Directores Científicos son investigadores de elite y por ello han sido seleccionados para dirigir la ciencia de estos centros de elite. Este es también el caso del CNIO, su primer Director, Mariano Barbacid, dirigía el CNIO y también dirigía un grupo dentro del CNIO, y así es también la situación actual conmigo. Mi responsabilidad como Directora Científica es que el CNIO este entre los mejores centros de investigación del mundo a través de establecer su estrategia científica. A parte, el CNIO tiene un Director Gerente, Juan Arroyo, quien es nombrado directamente por el Patronato del CNIO y quien es responsable de los temas económicos y de contratación del CNIO (contratas, personal etc.).
-¿En qué está trabajando ahora?
-Durante los últimos 20 años hemos estudiado el papel de los telómeros y de la telomerasa (esenciales para la integridad de nuestros cromosomas y nuestro material genético) en cáncer y envejecimiento. Contribuimos a demonstrar que los telómeros son uno de los mecanismos esenciales del cáncer y del envejecimiento. Entre otras cosas, fuimos el primer grupo en demonstrar que se podía retrasar el envejecimiento, y todas las enfermedades asociadas el envejecimiento, manteniendo los telómeros largos durante más tiempo. Esto lo hicimos tanto de manera genética con telomerasa (que es el enzima que alarga los telómeros), como de manera epigenética, sin modificar los genes. Ahora lo estamos aplicando a tener mejores maneras de prevenir y tratar más eficientemente varias enfermedades asociadas con el proceso de envejecimiento, como la anemia aplásica, fibrosis pulmonar, infarto de miocardio, y también el cáncer. Además, en el caso del cáncer, hemos sido los primeros en el desarrollo de estrategias terapéuticas para destruir el escudo protector de los telómeros que se llama “shelterina”, con el fin de que el cáncer pierda su capacidad para ser inmortal.
-No es fácil encontrar una mujer al frente de un centro de investigación? ¿Por qué cree que ocurre? ¿En tu caso, te has encontrado con algunas dificultades?
-En general hay menos mujeres en los puestos de máxima responsabilidad y poder. En el caso de los centros de investigación de nuestro país, somos solo un 18% de mujeres directoras frente al 82% de centros de investigación dirigidos por hombres. Esta diferencia, per se, ya hace más difícil todo para las mujeres. Decía Sheryl Sandberg en su libro “Un paso adelante”, que solo cuando haya un 50% de mujeres en los puestos de máxima relevancia empezaremos a acercarnos a la igualdad de oportunidades. Creo que el problema en nuestro país es que no se considera una prioridad el conseguir esta igualdad. Hay que empezar por reconocer que es un problema para poner soluciones. La ciencia está hecha por mujeres mayoritariamente, también debería de estar dirigida por mujeres, al menos al 50%.
-¿Es sexista la Ciencia? ¿Cómo toleran los hombres que les dirija una mujer?
-Creo que nuestra sociedad es aún sexista y no consideramos que eso sea ningún problema. Hace poco se publicaba que una gran mayoría de los encuestados pensaba que las mujeres no estábamos preparadas para dirigir un centro de investigación.
Hay sesgos inconscientes (y no tan inconscientes) que minusvaloran la preparación y capacidad de las mujeres para asumir las máximas responsabilidades y que, en general, hacen que todo sea más difícil para las mujeres. Según el Foro Económico Mundial, la igualdad entre hombres y mujeres a nivel económico no se alcanzará hasta aproximadamente el 2130, y esta cifra va aumentando con los años (hace poco era el 2094). Esto quiere decir que una niña que nazca hoy, aún tiene menos oportunidades que un niño. Esto no es aceptable. No debería de ser aceptable para nadie, ni hombres ni mujeres, que una niña tenga menos oportunidades por ser mujer.
Respecto a si los hombres toleran que les dirija una mujer, afortunadamente la mayoría no tiene ningún problema y su colaboración y apoyo es imprescindible, pero sí que es verdad que hay hombres que tienen muchas dificultades para relacionarse y comunicarse con mujeres que estén por encima de ellos en la cadena de mando. Además, les cuesta acatar las normas generales cuando ellos creen que vienen de una mujer. Hay que tener mucha paciencia para tratar con ellos ya que enrarecen el funcionamiento normal de cualquier institución. Afortunadamente las nuevas generaciones ya han superado estas limitaciones y confío que con el tiempo estas actitudes desaparezcan.
-¿Cuántas mujeres trabajan en el CNIO y cuántas hay en puestos de responsabilidad?
-Un 60% de los investigadores del CNIO somos mujeres. Es decir, la ciencia del CNIO está hecha mayoritariamente por mujeres. En los puestos de Dirección de la Investigación de los grupos y unidades hay un 35% de mujeres, lo que está ligeramente por encima de la media nacional. Aún así, tenemos que conseguir que más mujeres apliquen a los puestos de Dirección de Grupos de investigación del CNIO. En el Área de Administración que está bajo mi dirección (Gestión Científica, Comunicación, Relaciones Internacionales, Innovación) somos mayoritariamente mujeres.
-Muchas mujeres rechazan las cuotas, porque creen que desmerecen sus logros, ¿está de acuerdo?
-Creo que, al menos algunas de las personas que dicen que están en contra de las cuotas alegando que no quieren que mujeres sin preparar estén ocupando puestos, son sexistas. Sabemos que, al menos en las carreras biomédicas, ya hace más de tres décadas que hay tantas mujeres como hombres preparados con la misma o mayor cualificación (en el caso de las mujeres), y si no están en los puestos de mando esto quiere decir que el problema no es que no estén preparadas sino que hay mecanismos que operan en contra de que estas mujeres acedan a estos puestos. Simplemente hay que mirar los paneles de “expertos”, habitualmente son todo hombres de un rango de edad alto y con muchas probabilidades de no estar sensibilizados con los temas de género. Las mujeres necesitan el mismo apoyo que tienen los hombres para llegar a lo más alto. Ayer fui con mi hijo a ver una película para niños sobre coches y me pareció muy importante que abordara el tema de que las mujeres a menudo tienen falta de confianza en sí mismas a pesar de ser igual de capaces o más que los hombres, simplemente porque nadie las apoya o no reciben las señales adecuadas para querer llegar a lo más alto.
-¿Se ha implantado alguna medida en el CNIO para promocionar la carrera de las mujeres?
-Tenemos una oficina de mujeres y ciencia. Somos uno de los pocos, o quizás el único Centro Severo Ochoa que la tiene. Desde allí, no nos cansamos de repetir el mismo mensaje: las mujeres aún tienen menos oportunidades y esto es algo de lo que tenemos que ser conscientes y que debe ser un motivo de reivindicación y de lucha para cambiar las cosas. En cuanto a medidas concretas, hemos establecido la jornada continua para facilitar la conciliación, ya que el cuidado de menores o de personas dependientes que aún recae mayoritariamente en las mujeres es una de las mayores causas de discriminación entre hombres y mujeres. Personalmente creo que los permisos de maternidad y paternidad deberían ser iguales a todos los efectos.
-¿Cómo ve la financiación de la ciencia en España?
-La economía española está creciendo, esto debería notarse en la financiación de la ciencia, que sin duda es uno de los medidores de la capacidad de innovación y de competitividad de un país. Pero, de momento la financiación de la ciencia no ha aumentado, incluso ha disminuido. Recientemente además se han dificultado enormemente las normal de contratación de personal, poniendo en riesgo nuestro funcionamiento normal. Esto nos preocupa muchísimo pues pone en riesgo centros de elite de nuestro País, como el CNIO.
-Cómo resuelve ese problema el CNIO?
-Hemos tenido que optimizar recursos al máximo y buscar fuentes de financiación privadas, como la industria farmacéutica o la filantropía individual (Iniciativa Amigos del CNIO). Debido a los recortes a la ciencia en nuestro país, los grupos del CNIO tienen ahora menos recursos que en el 2010. Nuestros salarios también han dejado de ser competitivos debido a las restricciones de la administración. Necesitamos que esto se corrija urgentemente. Al menos tendríamos que tener la financiación de 2010 e ir aumentando para ponernos al nivel de los centros con los que competimos, pues la ciencia es internacional y altamente competitiva. Si queremos ganar la carrera tenemos que tener coches igual de potentes.