Estados Unidos, el país con más casos positivos por coronavirus, ha superado este lunes las 40.860 muertes. El panorama en el país es poco alentador. La Casa Blanca proyectaba hace dos semanas que la enfermedad provocaría entre 100.000 y 240.000 muertes.
Científicos de la Universidad de Harvard en este país han alertado en un nuevo estudio (en estado de revisión, como muchos otros que están saliendo en estos días) de que las zonas con mayores índices de contaminación atmosférica registran un índice mayor de mortalidad en casos de infección por el virus SARS-CoV-2.
El trabajo detalla cómo el incremento de un micrómetro de partículas finas (PM2.5) por metro cúbico de aire está asociado con un aumento de un 15% en la tasa de mortalidad por la enfermedad.
Los autores, dirigidos por Francesca Dominici, profesora de bioestadística, población y ciencia de datos, además de co-directora de la iniciativa de Ciencia de Datos de esta Universidad, incluyen los datos de 3.080 condados de Estados Unidos. Y toman en cuenta variables como el tamaño de la población, el número de camas de hospital, de individuos examinados, así como variables socioeconómicas, climáticas y de comportamiento.
“Los resultados del estudio subrayan la importancia de seguir haciendo cumplir los reglamentos de contaminación del aire para proteger la salud humana durante y después de la crisis de COVID-19. Los datos y el código están disponibles públicamente”, se puede leer en el artículo.
Para cada condado, el recuento de fallecimientos los obtienen de la Universidad Johns Hopkins, recopilados hasta el 4 de abril. Esta fuente proporciona los datos más completos de COVID-19 a nivel de condado hasta la fecha comunicados por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades y los departamentos de salud estatales.
El Estudio sobre la Carga Mundial de la Enfermedad identificó la contaminación atmosférica como un factor de riesgo para la mortalidad por enfermedades totales y cardiovasculares y se cree que es responsable de 5,5 millones de muertes prematuras en todo el mundo al año. El PM2.5 contiene sólidos microscópicos o gotitas líquidas que son tan pequeñas que pueden ser inhaladas y causan graves problemas de salud.
Los autores señalan que el jueves 26 de marzo de 2020 la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. anunció una amplia relajación de reglas ambientales en respuesta a la pandemia de coronavirus, permitiendo que las centrales eléctricas, fábricas y otras instalaciones determinaran por sí mismas si son capaces de cumplir con la legislación de notificación de la contaminación del aire y el agua.
Las conclusiones del estudio, que arrojaron un mapa de riesgos en función de la contaminación acumulada, está ahora a disposición de las autoridades federales, estatales y locales. A la espera de que hagan el mejor uso de esta información.
Otro estudio publicado hace unos días en la revista Science of the Total Environment, y realizado por investigadores de la Universidad Martín Lutero de Halle-Witternberg (Alemania), señala también que la contaminación puede estar asociada a un alto número de muertes por COVID-19.