El nuevo plan educativo, que incorpora la impresión en 3D a la asignatura de tecnología está provocando que los centros hayan empezado a adquirir la maquinaria necesaria para impartirla. Las impresoras 3D instaladas en los institutos públicos permiten producir piezas y modelos físicos, a partir de diseños realizados mediante programas informáticos por los alumnos de programación. Por ejemplo, centros públicos educativos de la Comunidad de Madrid han equipado a los colegios con 330 impresoras 3D. Además, se instalarán también impresoras 3D en los centros de formación del profesorado que gestiona la Comunidad.
Hablamos con Rosa Nieves León, CEO de Printed Dreams, una de las empresas españolas pioneras en vincular esta tecnología con el ámbito educativo. La compañía ha trabajado en los últimos años con alumnos de primaria y secundaria. “La experiencia está resultando muy positiva pues ayuda a los alumnos en el desarrollo de habilidades sociales, haciéndoles conscientes de la importancia de la precisión y de que las decisiones que se toman a la hora de diseñar y planear tienen consecuencias definitivas. Nos encontramos con niños que no sacaban buenas notas en matemáticas y que al comenzar la experiencia de la impresión en 3D ven el sentido práctico de las operaciones. Otros han mejorado su autoestima porque descubren algo que se les da realmente bien”.
En cuanto a si se trata de una tecnología lo bastante madura como para dar el salto a las clases, León considera que, “al igual que sucedió con los ordenadores, el sistema educativo necesita incorporarlo como herramienta de futuro. Para que se generalice tiene que entrar en las aulas”.
Alejar estas iniciativas de un nexo con lo meramente lúdico es otra de las tareas en marcha. “En los últimos años, toda la formación estaba encapsulada en el ordenador y con la impresión 3D volvemos a lo físico. Esto nos permite tocar lo que creamos, que a su vez es útil para asignaturas como matemáticas, geometría o plástica. Se podrán recrear útiles y herramientas para explicar la Historia e incluso mapas y accidentes geográficos”.
Aunque Madrid parece haber tomado la delantera, Printed Dreams ha trabajado en otras muchas ciudades españolas. “En Europa, Francia y Finlandia están avanzado rápido. Aquí, el País Vasco esta incorporándolo. Nuestros próximos planes de colaboración con centros educativos los desarrollaremos en Región de Murcia y además estamos presentando propuestas en otras comunidades que ya barajan esta opción”.
Actualmente, Printed Dreams tiene su sede central en Madrid y, de forma más reciente, puso en marcha una segunda oficina en Cartagena. Cuenta su CEO que la empresa nació de una manera muy espontanea. “En 2010, necesitaba realizar las maquetas para mi proyecto final de carrera de arquitectura y mi compañero Borja García, ingeniero, estaba investigando sobre esta tecnología. Unimos las dos disciplinas y ante el crecimiento de la demanda de trabajo nace lo que hoy es Printed Dreams”.
Actualmente el equipo multidisciplinar de Printed Dreams está formado por 6 personas, (ingenieros, diseñadores, arquitectos). Ofrecen un servicio 360º a sus clientes para acercar esta tecnología a cualquier interesado y a todos los sectores.