En mi anterior post llame la atención de como el presidente de Francia hacia un llamamiento global para dotar al país vecino de una referencia que le hiciera un sitio en el liderazgo europeo y mundial en el campo de la innovación. El martes día 3, el presidente de la CEOE Juan Rosell hacía un llamamiento para hacer un gran Pacto de Estado sobre este mismo tema: la innovación. El argumento que esgrimió no era tan ambicioso como el de Emmanuel Macron. Simplemente, su objetivo era llamar la atención sobre un problema candente: si perdemos el tren nos quedamos fuera del mundo desarrollado, vino a decir.
Y es verdad. Es un tema que sale con relativa frecuencia pero que no acaba de cuajar en algo efectivo y esto hay que reprochárselo al Gobierno y partidos políticos. El 13 de enero de 2017 pedía en este mismo sitio un “Pacto por la ciencia”. En las antípodas del año, exactamente el 13 de diciembre, publicamos unas palabras del anterior responsable del tema en el Gobierno, Luis de Guindos, haciéndose eco de esa necesidad coincidiendo con la celebración del 40º Aniversario del CDTI. Cabe preguntarse por qué no se ha hecho.
¡Es urgente que alguien mueva ficha en este sentido! “La innovación no es una opción”, dijo el entonces ministro de Economía y responsable de la I+D+i. Han pasado casi cuatro meses y seguimos igual, ahora con la polémica sobre el escaso cumplimiento de los presupuestos reflejados en los PGE. Tanto el Gobierno, como el partido que lo sustenta y el resto de los que están en las Cortes deberían hacer una propuesta para la puesta en marcha de este tema, probablemente el más importante de los que está encima de sus mesas desde hace años.
No habrá un proyecto para el país en su conjunto si no articulamos este gran pacto de Estado. La ciencia, y la innovación en general, no pueden estar pendiente de que un partido saque la mayoría absoluta. Tenemos ejemplos en diversas comunidades autónomas de lo beneficioso que es programar con una cierta seriedad la innovación. Todos sabemos que es un tema de medio largo plazo pero que es imprescindible.
En el Anuario de este año dedicamos a Galicia una extensa referencia a las políticas que se han puesto en marcha. Son a medio y largo plazo, y los resultados ya se están empezando a notar. Lo notan las empresas, lo notan los que tienen ánimo de emprender y, como no, lo notan los centros que, como las Universidades, son el germen de la investigación. Poner en marcha un plan que genere ideas nuevas es, simplemente, vital. Y como dijo el presidente de CEOE en la intervención para presentar el decálogo de la innovación que ha elaborado la institución, ahora no momento hablar de pasado y solo de futuro.