La inversión en actividades de innovación relacionadas con la biotecnología ha alcanzado los 1.540 millones de euros en el año 2015, lo que supone un incremento del 6,2% respecto al año anterior. Una cifra que, en términos relativos, supone el 11,7% de la inversión total en actividades relacionadas con la I+D en España. Así se desprende de los datos que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el uso de la biotecnología en nuestro país.
Al contrario de lo que ocurre con los datos de innovación a nivel general, la administración pública es la que tira del carro en el sector biotech, aunque muy ligeramente. Ha presentado el mayor porcentaje sobre el gasto interno total en actividades de I+D en biotecnología (un 37,6%), seguida de las empresas (37,5%) y la enseñanza superior (24,6%). No obstante, el sector empresarial ha aumentado un 8,3% su inversión en I+D biotecnológica a lo largo del pasado año, mientras que en la enseñanza superior el incremento ha sido del 6,1% y en el sector público, del 4,5%.
En lo que hay más distancia entre el ámbito público y el privado es en la financiación de estas actividades de I+D biotecnológica. La administración ha respaldado económicamente el 49,7% de estas actuaciones, mientras que las empresas lo han hecho en un 30%. Los fondos procedentes del extranjero (11,2%), la enseñanza superior (6,1%) y las instituciones privadas sin ánimo de lucro (2,9%) han financiado el resto.
Asimismo, los datos del INE reflejan que han aumentado en un 2,6% las personas que se han dedicado en 2015 a actividades de I+D interna en biotecnología, en equivalencia a jornada completa. En total, son 24.279, de las que el 56,4% son mujeres.
Por comunidades autónomas, la que ha realizado un mayor gasto interno en actividades de I+D en biotecnología en 2015 ha sido Cataluña (29,5%), seguida de la Comunidad de Madrid (26,1%) y Andalucía (11,9%). La lista la cierran Cantabria, La Rioja y Extremadura.
En cuanto a los sectores económicos donde se han ejecutado estos procesos de I+D biotecnológica, el servicios ha concentrado el 68,4% de esta inversión, mientras que en la industria la cifra baja hasta el 27,5% y en la agricultura se queda en el 4%. Y entre las áreas de aplicación final de los productos obtenidos de la utilización de los diferentes tipos de biotecnologías han destacado la salud humana y la alimentación, con un 53,6% y 33,5%, respectivamente.
Por último, el INE también indica que los señalados como mayores obstáculos para el desarrollo y comercialización de productos y procesos biotecnológicos han sido el tiempo/coste (con un 48,9%) y el acceso a capital (48,1%).
Tendencia positiva y retos de futuro
Para la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO) estas cifras, además de ser positivas, constatan “un cambio de tendencia positivo, principalmente en la inversión en I+D del sector empresarial, ya que el ritmo de crecimiento se ha duplicado respecto al año anterior, que a su vez ya había crecido” según ha manifestado su director general, Ion Arrocena. En este sentido, ha recordado que esta “recuperación del apoyo hacia la biotecnología” que se desprende los datos del INE, también “quedó reflejada en la temperatura del sector recogida en nuestro Informe ASEBIO 2015”.
Con respecto al futuro inmediato, la patronal biotecnológica mantiene su optimismo. Así, a pesar de que “este año no ha sido especialmente proclive en cuanto a avances significativos por la situación política que hemos vivido” Ion Arrocena ha resaltado que “nuestras empresas han seguido avanzando, firmando acuerdos de colaboración, alianzas, saliendo al exterior”. Como muestra ha señalado cómo en Biospain 2016 “notamos un interés extraordinario de los inversores extranjeros por venir y conocer proyectos españoles, y esto claramente es una señal de que la biotecnología española interesa cada vez más en el exterior”.
Finalmente, en cuanto a los retos que se le presentan al sector en los próximos años, el director general de ASEBIO señala que los principales pasan por “un mayor apoyo del sector público hacía la innovación con un compromiso mayor de inversión, una legislación previsible y clara que favorezca a todos los ciudadanos por igual, un acceso a la innovación más equitativo, rápido y acorde con los avances que se están produciendo y por último, contar con más fuentes de financiación que faciliten el desarrollo del sector”.