Una investigación de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha sintetizado nuevos materiales surgidos de la combinación de polímeros y polisacáridos, que pueden mejorar su integración en los tejidos humanos. Estos resultados, prometedores en el campo de la bioelectrónica y la ingeniería de tejidos, buscan dar respuesta a la necesidad de crear una nueva generación de biomateriales con conductividad iónica y electrónica.
Isabel del Agua López, autora del estudio, ha explicado que “en el campo de la bioelectrónica existe la necesidad de crear una nueva generación de materiales con propiedades mecánicas blandas, conductividad iónica y electrónica, y compatible con los tejidos biológicos”. Actualmente, el polímero conductor que ofrece más aplicaciones bioelectrónicas debido a su gran conductividad y su biocompatibilidad es el PEDOT. Sin embargo, se comercializa dopado con PSS “y así no es biofuncional. Por este motivo, para mejorar su biocompatibilidad este estudio se ha centrado en la fabricación de nuevos materiales de PEDOT estabilizado con polisacáridos en lugar de con PSS, con el fin de que el material se integre mejor en nuestros tejidos”, ha indicado la investigadora.
En concreto, este trabajo ha dado como resultado la creación de dos nuevos materiales. Por un lado, están los geles iónicos de PEDOT, un material que “presenta propiedades únicas que surgen de la combinación de materiales del que está hecho. Presenta conductividad electrónica dada por el PEDOT, conductividad iónica por el líquido iónico y la elasticidad impartida por el polisacárido goma guar”, ha indicado Isabel del Agua López.
Asimismo, se trata de un material que “supera a los hidrogeles de PEDOT que ya existen, ya que no se seca, es más estable y no pierde ni sus propiedades mecánicas ni su conductividad”. Sus propiedades y aplicaciones en bioelectrónica pasan por su uso como electrodos cutáneos para electrofisiología, ya que sobre la piel, estos materiales transmiten la actividad eléctrica de nuestro cuerpo registrando, por ejemplo, la actividad del corazón o de los músculos.
ESTRUCTURAS TRIDIMENSIONALES POROSAS
El segundo material fabricado en esta investigación, ha destacado del Agua López, son unas estructuras tridimensionales porosas, “denominadas scaffolds, que sirven de soporte para el crecimiento tridimensional de células y formación de tejidos”. La porosidad y las propiedades mecánicas de estos materiales se pueden modificar con facilidad en función de la aplicación para la que se los quiere usar. Así, “el desarrollo de scaffolds basados en PEDOT pretende no solo facilitar el crecimiento celular sino también controlarlo”.
Tal y como ha concluido la autora del trabajo, los resultados obtenidos hasta la fecha revelan que “las propiedades únicas de estos materiales poliméricos pueden llevar al campo de la bioelectrónica hacia nuevas aplicaciones, ya que estos materiales consiguen integrar dispositivos electrónicos con nuestro cuerpo e incluso a mejorar las aplicaciones actuales”.