La paja de trigo como un componente más en las baterías de litio

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Investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) han iniciado un estudio que busca convertir la paja del trigo en un componente más de las baterías de litio. En concreto, han conseguido remplazar componentes tóxicos de este tipo de baterías, habituales en los dispositivos electrónicos, por ligninas, sustancias naturales que se encuentran en las células vegetales que contienen, entre otras especies, la paja de trigo. El trabajo ha sido publicado en la revista Journal of Biological Macromolecules.

La investigación persigue valorizar y aprovechar la lignina para sustituir el PVDF, un polímero plástico que está incluido en las baterías de litio y se utiliza como aglutinante de los demás compuestos que forman la batería. El PVDF, además de ser de origen petroquímico, su síntesis supone un alto coste y es agresiva para el medio ambiente. Este componente, han explicado desde la UCO, “es crucial para evitar que los polos positivos y negativos de la batería se degraden rápidamente y la batería pierda toda su energía, quedando inservible”.

La paja de trigo es un material lignocelulósico, también conocido como biomasa vegetal. Juan Domínguez-Robles, investigador principal de este trabajo, ha explicado que el estudio parte de la separación de la lignina de la celulosa, mediante el procedimiento de “pasteado a la sosa”, con el objetivo de caracterizar la primera y ver qué aplicaciones puede tener. Así, una vez remplazado el componente tóxico de la batería de litio por la lignina han observado que los resultados energéticos son prácticamente idénticos, “consiguiendo no sólo beneficios ambientales sino también económicos, puesto que supone una reducción considerable de costes”.

La ligninia sustituye al PVFD

La lignina, contenida en la paja, sustituye al PVDF pero realiza la misma función que éste, es decir, la de aglutinar los demás compuestos que forman la batería. Asimismo, actúa como un pegamento natural, uniendo las partículas activas de los electrodos de la batería. Sin este aglutinante, cada vez que se cargan y usan las baterías, éstas perderían conectividad y capacidad y con ellas el smartphone, ordenador portátil o coche eléctrico que la utilice.

Finalmente, los investigadores han adelantado que la idea es usar estos materiales en el futuro para crear supercondensadores, dispositivos que liberan una alta potencia energética en muy poco tiempo y se convertirán en equipos imprescindibles para cargar coches eléctricos de manera rápida, 100% sostenibles.

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