Wodibow, compañía especializada en juguetes de diseño interactivo, ha ganado por segundo año consecutivo el premio Red Dot Design Award, uno de los galardones más prestigiosos de diseño a nivel internacional. Reconocida entre 5.000 productos de más de 57 países, la empresa española ha sido valorada por su “grado de innovación, su calidad, su funcionalidad y la compatibilidad ecológica”. Se ha impuesto a marcas que ya han sido premiadas con esta distinción, como Apple o Ferrari.
“Claramente hay una disposición real de la sociedad hacía un mundo sostenible y la esencia de Wodibow es precisamente abanderar este nuevo ecosistema más concienciado, respetuoso. Nos entusiasma y esperanza que la apuesta que hemos hecho por crear unos juguetes de madera con un diseño que se aleja de lo tradicional, haya tenido tan buena aceptación entre un público adulto y, en particular, en el mundo del diseño industrial y la arquitectura”, comenta Pablo Saracho, diseñador y fundador de Wodibow.
Su propuesta ha sido CWIC, un juguete que recrea la vida natural de un árbol de hoja caduca. El producto “de cuatro estaciones” está hecho de madera de haya imantada (dividida en más de 50 piezas) en la que han utilizado por primera vez la pintura, necesaria para recrear las diferentes etapas que vive un árbol a través de un año natural. La presentación de juguete va en una maceta, un hecho reseñable en producto de diseño “conceptual y lúdico". CWIC, y sus demás creaciones, son 100% naturales, y no utilizan nada de plástico para no contaminar, respetando así el medio ambiente.
Saracho explica el enigmático nombre de su obra: “CWIC significa vida en anglosajón y de ahí el nombre que le hemos puesto a este árbol que representa en sí mismo y de forma alegórica el ciclo de la vida. Nace, crece, se desarrolla, florece, da frutos, se reproduce y podríamos decir que en invierno ‘se duerme’ para volver a empezar la actividad en la siguiente primavera”.
Crecer y expandirse también es parte de su estrategia comercial, ya que desde la compañía han detectado un aumento del interés por sus juguetes en países como Alemania, Francia o Estados Unidos. “Sin duda, el habernos hecho por segundo año consecutivo con estos galardones nos da un prestigio y una gran visibilidad a nivel internacional que nos servirá de palanca para desarrollar nuestros planes de dar el salto a nuevos mercados”, afirma Saracho, consciente de la publicidad que han ganado gracias a este premio.