Telefónica acaba de unirse a RE100, una iniciativa global y colaborativa de empresas influyentes comprometidas con el 100% de electricidad renovable, cuyo objetivo es aumentar masivamente la demanda de esta energía. La sostenibilidad, algo que debería ser obligatorio en todas las empresas, llega así a la principal telco del país, que en solo un año ha duplicado su consumo eléctrico, pasando del 21% al 44%.
“Nuestro Plan de Energía Renovable nos ayuda a mejorar nuestra competitividad, reducir nuestros costes de operación y compatibilizar el crecimiento con una estrategia sostenible. El objetivo es tener la mejor red, que nos permita ofrecer una conectividad excelente, no solo en términos tecnológicos, sino también la más eficiente y limpia del sector en términos de energía y carbono”, explica Enrique Blanco, CTO Global de Telefónica.
El Plan de Energía Renovable al que se refiere Blanco consiste en cuatro líneas de acción, en función de los mercados en los que opera y de la regulación vigente en cada uno: adquisición de electricidad renovable con garantía de origen; acuerdos de compra de energía a largo plazo (PPAs); acuerdos bilaterales de menor duración, y autogeneración. Asimismo, la compañía nos destaca que, cuando sea totalmente renovable, conseguirá “un ahorro potencial del 6% en la factura de energía”.
Por su parte, Sam Kimmins, responsable de la Iniciativa RE100 y la organización The Climate Group ha afirmado, con motivo de la entrada de Telefónica, que «al unirse a RE100 y avanzar en sus objetivos de electricidad renovable, esta compañía está demostrando que liderazgo climático y liderazgo empresarial van de la mano. Con su objetivo de ser 100% renovable, está ahorrando en la factura de energía mientras evita emisiones de CO2. Es, por tanto, una decisión empresarial inteligente. La compañía es una de las multinacionales más grande de España con un consumo importante de electricidad y un alcance global aún mayor. El camino elegido para que su fuente de electricidad sea renovable puede influir los mercados energéticos y también en el cumplimiento de los objetivos climáticos mundiales».