En la última década, hemos sido testigos de un avance en la digitalización de manera exponencial. La mayoría de sectores, de una forma u otra, han tenido que adaptarse a esta digitalización, pero en el caso del sector financiero y banca, este proceso ha marcado un antes y un después con el surgimiento de las Fintech.
Las nuevas generaciones están ya muy lejos de prácticas que ya se consideran arcaicas como la cartilla bancaria; hoy en día, con un solo click, se puede mandar dinero a la otra punta del mundo de manera instantánea. El dinero en efectivo ha pasado a un segundo plano, mientras que las plataformas de pago online y la banca digital forman ya parte del día a día de la gran mayoría.
Además, tras la pandemia del coronavirus, el dinero en efectivo se está eliminando poco a poco, siendo muchos los establecimientos que ya sólo cobran con tarjeta. Y esto, unido al boom de las compras por internet, deja entrever que no hay futuro para los pagos en metálico.
Otro de los beneficios de esta digitalización ha sido el acercamiento del mundo de la inversión a un público mucho más amplio, a través de las diferentes plataformas de gestión de fondos, aplicaciones para invertir en bolsa o brókeres de Forex online que facilitan la gestión y el control de las inversiones.
Son muchas las ventajas que este proceso de digitalización ha traído, pero a continuación mencionaremos algunas de las más importantes:
1. Transacciones y procesos más eficientes
La tecnología ha reducido sobremanera la burocracia en bancos e instituciones financieras, como el ejemplo de la firma electrónica: ya no es necesario acudir físicamente para realizar transacciones. Además, esta digitalización también ha reducido el número de errores humanos que surgían en los diferentes procesos y gestiones.
2. Mejora en la experiencia del usuario
Lejos queda aquella desconfianza del público en general hacia las entidades financieras, ya que éstas han sabido adaptarse para satisfacer las necesidades y expectativas de sus usuarios. Además, las mejoras tecnológicas han supuesto la posibilidad de ofrecer servicios y productos financieros a medida, dependiendo de las características y preferencias de cada usuario en concreto.
3. Reducción de costes y comisiones
En línea con los cambios ya mencionados, la mayor productividad y efectividad de las entidades ha permitido disminuir los costes, reflejándose esto en la reducción de las altas comisiones de la banca tradicional a las que hacen frente los usuarios. También han surgido entidades cuyos procesos son 100% digitales, lo que abarata los servicios.
4. Mayor seguridad en las transacciones
Todas estas plataformas utilizan canales blindados y encriptados para proteger los datos de sus usuarios y así evitar actividades fraudulentas. Este es uno de los mayores logros que la digitalización ha traído.
5. Mayor accesibilidad
La falta de confianza en la banca tradicional ha supuesto el uso masivo de otras plataformas digitales, las ya mencionadas Fintech. Mucho más fáciles de usar, con un coste menor y un ahorro en tiempo, los bancos se han visto en la obligación de adaptarse a las nuevas demandas de los usuarios para recuperar esa confianza perdida.
Como vemos, la digitalización ha supuesto un punto de inflexión para las empresas del sector financiero, con una mejora notable en la satisfacción de los usuarios y una implicación mayor por parte de estas empresas para satisfacer los requisitos de éstos. Por lo general, un cambio muy positivo de un sector que sigue en constante evolución.