La Universidad de Málaga homenajea a las pioneras de la astrofísica

La exposición Con A de Astrónomas permanecerá abierta durante el mes de junio

Desde el pasado viernes, la Biblioteca General de la Universidad de Málaga acoge la exposición Con A de Astónomas; 13 paneles que recorren los principales hitos de la astrofísica y el papel fundamental que ha tenido la mujer en este campo desde la antigüedad hasta nuestros días. “El descubrimiento de los púlsares, la estructura a gran escala del Universo, o la medida de las distancias estelares pasean ante nuestros ojos explicadas de una manera divulgativa y amena”, explica la universidad en un comunicado.

“En todas las épocas de la historia nos encontramos con astrónomas que han dedicado sus días, y sus noches, al estudio de los cuerpos celestes. Esta muestra nos recuerda a muchas de ellas, desde Aglaonike que predecía eclipses de Luna en la Grecia clásica a Caroline Herschel que descubrió cometas y estudió las estrellas binarias en el siglo XVIII”, apuntan desde la UMA. La exposición visibiliza también el papel de investigadoras que en la actualidad son punta de lanza en la vanguardia de esta ciencia.

Uno de los paneles de la exposición. Imagen: UMA.

El caso Pickering

El perfeccionamiento de la técnica fotográfica de espectros estelares se llevó a cabo en la Universidad de Harvard a cargo del grupo de Henry Draper a finales del s. XIX quién comenzó la clasificación estelar con el catálogo que lleva su nombre. Posteriormente, Edward Pickering (1846-1919) continuó este catálogo iniciando una era en la historia del Observatorio de Harvard donde las mujeres, más de 80 durante su mandato, trabajaron en la computación y catalogación de espectros estelares.

“El tratamiento que tuvieron estas pioneras a principios del siglo pasado es paradigmático de la visión patriarcal del mundo científico. Algunas de estas mujeres, no sólo reforzaron notablemente el equipo de Pickering, ya que también realizaron importantes trabajos astronómicos por cuenta propia. Sin embargo, la mayoría son recordadas no individualmente, sino colectivamente, por un apodo tan sexista como poco afortunado: “El harén de Pickering”, concluyen desde la institució educativa.

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