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Un paso más hacia la detección precoz del autismo

equipo de trabajo de la Universidad de Salamanca

Investigadores del Centro de Atención Integral al Autismo de la Universidad de Salamanca trabajan para desarrollar un dispositivo pionero, basado en biomarcadores, que ayude a la detección precoz del Trastorno del Espectro Autista (TEA), por debajo de los 12 meses de edad.

Ricardo Canal Bedia, responsable de la investigación, asegura que, si bien España es pionera en este ámbito, actualmente la detección precoz del autismo se basa en indicadores que estudian el comportamiento del niño a partir de los 18 o 24 meses de edad. Sin embargo, afirma que “cuanto más se baje la edad, los valores comportamentales pierden valor predictivo porque la variabilidad es muy grande”. Por eso destaca que “el estudio consiste en ver cómo combinar los distintos factores de riesgo que pueden estar presentes antes de los 12 meses para predecir con cierta garantía el riesgo de TEA”.

El autismo consiste en un trastorno en el desarrollo del cerebro y por eso, la detección precoz o intervención temprana es esencial, según afirma el responsable de esta investigación. En su opinión, “cuanto antes se detecte el riesgo y se identifiquen comportamientos que pueden dar lugar al autismo, antes se va a tratar y mejor pronóstico va a tener la persona”.

En este sentido, Canal Bedia desvela que, según algunas publicaciones, “aquellos niños en los que se han identificado riesgos objetivos de TEA y se ha intervenido precozmente, se han neutralizado esos riesgos y el niño no ha desarrollado trastorno autista. No sé si eso se puede llamar cura pero la estimulación y la intervención precoz ha impedido que esa persona desarrolle un trastorno”.

En cualquier caso, este investigador matiza que no se trata por el momento de diagnosticar autismo antes de los 12 meses de edad, sino de identificar “factores de riesgo, indicadores, marcadores que justificarían una intervención para que no tuviera lugar el autismo”.

El proyecto se desarrolla a través del “Programa Precipita” de crowdfunding de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).