Cuando nos enfrentamos al complimiento de los ODS o de la agenda 2030, automáticamente pensamos en dimensión urbana, como si el fenómeno de la urbanización en el mundo y el crecimiento de las grandes urbes delimita, de alguna manera nuestra capacidad para hacer frente a nuestros retos globales.
Sin embargo, hacer frente a la magnitud del desafío, necesita, invariablemente de la dimensión rural, esa que en el futuro seguirá siendo determinante tanto para la producción, suficiente, de alimentos naturales, así como para la protección, incluso la regeneración de los ecosistemas terrestres.
Y pensar en ese futuro rural, pasa a su vez por ser capaces de llevar los ecosistemas de innovación y emprendimiento de marcado carácter social, a ese contexto comunitario, rural, donde las prácticas urbanitas no se muestran eficaces y necesitamos crear nuevas fórmulas y herramientas.
LaGranja_Lab es una iniciativa de innovación abierta, promovida por Capsa Food, que toma forma a modo de ecosistema de colaboración con diversos grupos de interés involucrados en el futuro del medio rural. El objetivo es trabajar con el ecosistema de innovación y emprendimiento social para crear un modelo de sostenibilidad para los pueblos.
Para empezar a trabajar en un cambio sistémico dentro de las metodologías de trabajo habituales en los sectores productos propios del medio rural, se necesitó, primero, crear, la agenda científico-técnica. Esto fue posible, gracias a la colaboración con el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Alimentario (SERIDA) y sus instalaciones, creando el espacio demostrador Open Lab para diferentes biotecnologías y tecnologías digitales con posibilidad de ayudar a evolucionar los sectores en el ámbito rural.
En estas instalaciones, se pudieron testar alternativas innovadoras, como la de la start up Carbon Harvesters, que, a través de una batería de estrategias respetuosas con el medioambiente y capaces de enfrentarse a los desafíos asociados al cambio climático, orientadas a la optimización del manejo de los suelos, los cultivos y los animales, permiten alcanzar una producción baja en carbono. Con toda esta información, se ha desarrollado un modelo de plataforma digital preliminar, que ha sido alimentado con amplias bases de datos. Esta aproximación supone una hoja de ruta clara para activar tanto la colaboración con el sector primario, como con los distintos grupos de interés relacionados con el futuro de los pueblos y crear unos sectores productivos bajos en carbono.
Otro proyecto, fruto de la colaboración con la Start Up Pentabiol y el Open Lab está siendo el desarrollo de suplementos alimenticios para la disminución del metano entérico, producido en la fermentación ruminal, en base al desarrollo de la ciencia de los posbióticos. Los postbióticos son microorganismos probióticos no viables, con o sin sus metabolitos, que confieren un beneficio para la salud del huésped. Actúan al impedir la colonización de patógenos mejorando el ambiente intestinal para las bacterias comensales beneficiosas. Reducen la incidencia de trastornos digestivos en terneros mejorando el crecimiento y el sistema inmunitario. En estudios in vitro han demostrado una mayor digestión de la fibra lo que puede contribuir a una mayor fermentación ruminal.
También se está llevando a cabo Investigación industrial de un modelo integrado de biorrefinería para la obtención de materias primas sostenibles a partir subproductos y biorresiduos de la industria agroalimentaria, de la mano de la start up Entomo Agroindustrial. El objetivo es la generación de materias primas sostenibles, aptas para el desarrollo de nuevos fertilizantes y bioestimulantes avanzados para mejorar la calidad de los pastos de cultivo reduciendo la necesidad de fertilización química.
Estos ejemplos configuran un primer paso para el desarrollo de ecosistemas de innovación y emprendimiento social, usando la tecnología como plataforma de desarrollo de las comunidades rurales. Si bien esto indudablemente es el principio que habilita la generación de estas dinámicas, también se necesita indagar en el uso de herramientas de transferencia. Por ejemplo, para llegar a la administración pública, que pueda ser partícipe de las nuevas oportunidades y pueda legislar adecuadamente sobre ellas. También para llegar a las instituciones educativas que formen adecuadamente en los trabajos rurales del futuro, así como la transferencia a la sociedad para que puedan entender y ser parte de la evolución necesaria que se debe dar en lo rural, desde los saberes tradicionales hasta los nuevos conocimientos a través de estos ecosistemas de innovación y emprendimiento rural.