Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y de FCC AQUALIA han desarrollado un nuevo sistema de tratamiento de aguas residuales domésticas que, basado en la economía circular, es capaz de recuperar nutrientes y energía. Para ello proponen el empleo de un tipo de bacterias, denominadas PPB, capaces de asimilar los nutrientes contenidos en este tipo de agua y de emplear la luz infrarroja como fuente energética.
El tratamiento de aguas residuales, han informado desde la URJC, “es una plataforma idónea para basar el desarrollo tecnológico enfocado al cambio de modelo productivo de economía circular. En este sistema moderno todos sus elementos excedentes se transforman en materia prima, que es incorporada de nuevo al sistema, lo cual implica potencialmente un concepto de emisión cero”.
En los últimos tiempos, han explicado los investigadores, han surgido varias alternativas de tratamiento de aguas residuales con el objetivo de avanzar hacia una economía circular. Entre ellas está el uso de bacterias anaerobias fototróficas púrpura o PPB (Purple Phototrophic Bacteria), que asimilan los nutrientes contenidos en el agua residual en lugar de disiparlos y emplean luz infrarroja como fuente energética. Factores que hacen que la eficiencia de estos microorganismos en el reciclaje sea significativa.
Precisamente, este enfoque de fotobiorrefinería ha sido el punto de partida de estos investigadores de la URJC y AQUALIA, para desarrollar una tecnología de tratamiento de aguas residuales y efluentes líquidos basada en estas bacterias PPB. En concreto, esta técnica denominada ADVANSIST, propone un nuevo concepto de los tradicionales reactores aerobios tipo carrusel para el tratamiento de aguas, basados en la mezcla heterogénea de procariotas (de carácter unicelular y carentes de núcleo) y otros microorganismos. Estos reactores tienen un alto coste de operación por la necesidad de aireación, y generan emisiones importantes tanto de dióxido de carbono como de óxidos de nitrógeno.
En el sistema ADVANSIST, en cambio, “se fomenta el crecimiento de bacterias PPB anaerobias mediante el uso selectivo de luz infrarroja filtrada y se logra vencer las dificultades inherentes a la tecnología de carrusel aerobio convencional”, ha destacado el investigador Daniel Puyol. Él es quien lidera este trabajo en el que el modelo resultante también ha logrado aumentar de forma notable la biomasa en el interior del reactor y la consecuente mejora en la producción de biogás.
PUESTA EN MARCHA
Para mostrar la viabilidad de la tecnología, se ha probado de forma experimental durante un año, en la estación depuradora de aguas residuales del Campus de Móstoles de la URJC. Los resultados obtenidos hasta la fecha son prometedores y, de hecho ya están construyendo la “planta demostrativa sobre la tecnología de bacterias PPB más grande del mundo, donde la materia orgánica y los nutrientes serán transformados en bioenergía y/o fertilizantes orgánicos”, ha incidido Víctor Monsalvo, investigador de FCC AQUALIA. Así, el objetivo es que la inauguración de la planta tenga lugar el próximo mes de septiembre.