Las bacterias de los rumiantes, un recurso biológico para el futuro

El INTA (Argentina) participa en un estudio que ha caracterizado las bacterias que habitan en el rumen del ganado
rumiantes, INTA, Argentina

El consorcio internacional Hungate1000, integrado por más de 55 científicos de 19 organismos de investigación de nueve países, analizó y catalogó los genomas de 410 bacterias cultivadas y arqueas –organismos unicelulares– presentes en el rumen (primera de las cuatro cavidades que forman el estómago de los rumiantes) de varias especies animales.

Esta investigación, en la que participar el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, “aportará al diseño y monitoreo de estrategias de mitigación de metano en los sistemas de producción animal”, afirma Silvio Cravero, investigador del Instituto de Biotecnología del citado INTA. “Será una línea de base para el estudio de microbiotas de otras especies animales”.

La colección de microorganismos y sus genomas, “constituyen un recurso biológico que se puede utilizar para avanzar en el estudio de secuencias de genes con propiedades a escala industrial y en la comprensión de la fisiología ruminal –continúa-. Esto permitirá encontrar un equilibrio entre consumo, producción y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero”.

María Esperanza Ceron Cucchi, del Instituto de Patobiología del INTA e integrante del consorcio internacional Hungate1000, explica que “bacterias, protozoos, arqueas, hongos y bacteriófagos conforman la microbiota rumial cuya principal función es la de digerir enzimáticamente el alimento vegetal”. Este campo de investigación “contribuye ampliamente a la promoción de la salud, productividad e inmunidad del animal”.

“Por su función, estos microorganismos residentes en el tracto gastrointestinal determinan la extracción de nutrientes y participan en la regulación de su balance energético”, detalla la especialista.

Posibilidades de futuro

Los aislamientos generados permitirán avanzar no solo en investigación orientada a la producción de biocombustibles, sino también de alimentos para animales, aditivos, antibióticos y aceites esenciales, así como incursionar en la generación de vacunas contra arqueas metanógenas, debido a que con la secuencia del genoma se puede identificar la proteína candidata para la vacuna. Tampoco descartan las aplicaciones en humanos.

El Laboratorio de Microbiología del Rumen del Instituto de Patobiología del INTA, único representante de Sudamérica en el grupo internacional, generó los primeros datos relacionados a la caracterización microbiana del rumen en camélidos sudamericanos.

Recientemente, el Instituto de Biotecnología ha iniciado colaboraciones con laboratorios de Nueva Zelanda para expresar en levaduras proteínas de arqueas metanogénicas. Serán evaluadas como inmunógenos en el diseño de vacunas destinadas a mitigar la emisión de gas metano derivado de la producción animal.

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