En el año 2019, en Barcelona, Alex Dakov se dio cuenta de que el sector de los eventos o el canal Horeca –sector en el que él trabajaba– no tenía alternativas a las botellas de plástico, y menos aún, a proyectos que dieran un valor sostenible a sus productos. Es por eso que nació Agua NEA, una startup que comercializa agua mineral en latas de aluminio y que, además, trabaja en proyectos de restauración de corales y posidonia en el Mediterráneo, gracias a su acuerdo con la Fundación Seareg.
“Trabajaba tanto en el sector eventos como en el de sostenibilidad, y vi la necesidad de reducir el impacto medioambiental de los envases y, a su vez, crear un impacto real que dejara al mundo mejor que cuando me lo encontré”, explica Dakov, su CEO.
La idea es sencilla: Ball les fabrica estas latas de aluminio de alta calidad y ellos la embotellan en el manantial Galea de Asturias –el aluminio, cabe recordar, también es de esta región–. “De cada lata se puede fabricar otra de manera infinita, es la forma más rentable de reciclar: como es tan caro de crear, se debe aprovechar, no tiene pérdidas y es muy circular”.
El aluminio, señala, se recicla en todos los lugares de forma sencilla, ya que al tirarlo al contenedor, los imanes de reciclaje pueden recogerlo mejor que otro tipo de materiales. “Es muy fácil de extraer y de reciclar y no tienes que pagar dinero para que se recicle es una solución, creo, perfecta para reducir el impacto medioambiental y tener una alternativa”.
Y es que, según él, el plástico como material se fotodegrada con el Sol, suelta pequeñas partículas que también dañan al cuerpo humano. El conocido microplástico: el plástico es un producto ideal para piezas de avión, de hospitales, de infraestructuras, de cualquier cosa menos para el consumo. Agua NEA es una alternativa perfecta”.
Un paso más allá
Como se ha mencionado anteriormente, Agua NEA colabora con Seareg para ir un paso más allá en la forma de consumir. Y es que la startup barcelonesa donará el 50% de los beneficios generados por la venta de todas las latas en Baleares a los proyectos de restauración de la posidonia, una planta submarina que solo se encuentra en el mar Mediterráneo y que juega un papel fundamental en el mantenimiento de la biodiversidad.
Del mismo modo, cuentan con otros proyectos sostenibles y de posicionamiento: “Si te tomas una foto con Agua NEA y la subes a tu Instagram, nosotros, a cambio, plantamos un coral en tu nombre”, asegura Dakov.
Este agua mineral en latas de aluminio se vende a nivel Horeca, hoteles, caterings, eventos, festivales de música… y, a nivel consumo particular, en el mundo ecommerce. Están presentes en España, Portugal, Chile y Costa Rica, aunque pretenden ampliar su presencia internacional y desembarcar en EEUU y Puerto Rico durante este mismo año.
“Nuestra gran diferencia respecto a otras empresas es que convertimos cada envase en una herramienta para restaurar ecosistemas marinos. Mostramos al cliente cuál es su valor sostenible; esto es, que siembra corales y posidonia. Además, es una herramienta para conectar con el consumidor y crear esa experiencia de usuario en algo que, en realidad, es de consumo diario”, sentencia.